Puede que este análisis esté un tanto influenciado por los grandes recuerdos que me trae esta plataforma, pero centrándome en lo importante y siendo completamente sincero, la Mega Drive Mini es la mejor mini consola retro que he probado hasta ahora. Y te voy a contar por qué.
Mega Drive mini, análisis
La moda de las consolas retro en miniatura me tiene enganchado, para qué te voy a engañar. He podido probar todas las consolas lanzadas en el mercado y lo que ofrecen es una magnífica noticia para los amantes de lo retro. Gracia a una emulación excelente, podemos jugar a una gran colección de títulos de hace bastantes años usando un gamepad idéntico al de por entonces.
Y sí, podrás decir que existen emuladores y accesorios para hacer lo mismo, pero aquí no hemos venido a hablar de eso. La Mega Drive Mini presenta un aspecto estético espectacular que copia a la perfección el modelo que llegó al mercado en 1990, con la diferencia de que este modelo es un 55% más pequeño que aquel con el que muchos pudieron pasar las tardes en su infancia.
La construcción es muy buena, y los botones y elementos móviles son funcionales como en la consola original. La tapa del cartucho se mueve con la ayuda de un muelle, el controlador de volumen es ajustable (aunque no tiene función alguna), y los botones de encendido y de reset funcionan como tales. Junto a la consola le acompañan dos réplicas de los mandos originales, aunque en esta ocasión en versión USB para poder conectarlos a la consola, llamando la atención de estos la extremada similitud en la respuesta de los botones y la cruceta a la hora de pulsarlos respecto a los modelos originales, algo que tiene cosas buenas y cosas malas, ya que el control podría resultar un tanto tosco para algunos.
En la parte trasera encontramos el actual puerto HDMI y un puerto micro-USB que servirá para dar energía a la consola, un detalle que, por cierto, nos recuerda que la consola no incluye adaptador de corriente para echarla a andar. Es algo que hemos visto en otras consolas en miniatura y cuya razón pasa por ahorrar costes y por la facilidad para encontrar cargadores USB en cualquier casa. Y es que el cargador del móvil es suficiente para hacerla funcionar.
42 juegos para no aburrirte
Sí, no son todos los juegos de Mega Drive (obvio) y probablemente eches en falta alguno que te marcó, pero resumir un catálogo de juegos que creció durante más de cinco años es imposible. Sí lamentamos la ausencia de grandes títulos como Aladdin o El Rey León, juegos que probablemente se hayan caído de la selección debido a la reciente remasterización lanzada para las consolas de actual generación.
En líneas generales la selección es magnífica, con Sonic y Sonic 2, Altered Beast, Golden Axe, Street of Rage 2, Street Fighter II, Kid Chameleon y dos exclusivas que nunca fueron lanzadas y que llegan por sorpresa con esta Mega Drive Mini: Tetris y Darius. Diversión para aburrir.
¿Qué novedades incluye este formato en miniatura?
Con tanto juego incluido, SEGA ha incluido una interfaz bastante cómoda desde la que podremos navegar por los juegos en una cuadrícula de 6 x 7 en la que poder ver cómodamente todas las carátulas. Tendremos la opción de visualizarlas a modo de librería/estantería y ordenar los juegos por fecha de salida, A-Z, género y número de jugadores, pero las novedades a nivel de software llegan mucho más allá de una simple interfaz. Las partidas se podrán guardar en cualquier punto gracias a 4 ranuras de estado que estarán disponibles en cada juego. Para acceder a este menú de guardar y cargar la partida tendremos que mantener pulsado el botón de Start durante unos segundos, un tiempo de espera que sinceramente me parece excesivo. Pero funciona.
En el menú de configuración general de la consola también podremos ajustar el ratio de aspecto de la pantalla (original o estirado) y aplicar un efecto de pantalla CRT que incluirá los scanlines que tanto caracterizaban a las televisiones de antes.
Una torre al alcance de muy pocos
Pero si no había tenido suficiente con el exquisito diseño exterior de la consola, en SEGA han querido redondear el producto con un accesorio genial en forma de guiño que sólo los más fans de la consola de 16 bits sabrán apreciar. La propia SEGA parece sonreír con su propio pasado con el lanzamiento de esta Tower Mini, y es que tras el lanzamiento de varios accesorios y complementos para la consola original, la antigua Mega Drive se convirtió en todo un monstruo gigante en forma de torre que llamó la atención hace 25 años. A la consola básica, se le añadíó Mega-CD, y más adelante llegó el accesorio de 32 bits con el que correr juegos como DOOM. La combinación de todos estos accesorios dio vida a la conocida Mega Torre, algo que SEGA ha querido inmortalizar en una versión muy especial.
El problema es que esta edición no parece tener planes para llegar a España por el momento, por lo que la única solución es buscar una versión importada de Japón. Una pena.
Una pieza de coleccionismo que debes de tener
Esta pequeña Mega Drive Mini es un objeto prácticamente de colección que no puedes dejar escapar si eres un amante de los videojuegos. Su excelente diseño, calidad de fabricación y una colección de juegos muy completa, hacen de esta consola en miniatura una pieza imprescindible, ya sea para jugar sólo, con amigos o para contar a los más pequeños a qué jugábamos hace unos años.
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