Probamos los altavoces IKEA Symfonisk: la luz suena mejor que nunca

Altavoz IKEA Sonos Symfonisk

IKEA se ha aliado con Sonos para crear un producto que beneficiará a ambas marcas. Por un lado, Sonos seguirá expandiendo su tecnología en los hogares, y por otro, IKEA incluirá en su catálogo una opción tecnológica de calidad con la que cubrir aspectos multimedia en el hogar. ¿Quieres conocer a estos nuevos altavoces Symfonisk? Pues sigue leyendo.

Los modelos de IKEA Symfonisk

Para su lanzamiento, IKEA ha preparado junto a Sonos dos modelos diferentes, uno con alma de estantería y otro con genes de lámpara de sobremesa. El primero de ellos es el llamado altavoz estantería, es el altavoz más económico y más versátil, ya que podremos colocarlo en vertical o en horizontal sobre una mesa, o si lo prefieres, utilizarlo como balda para la pared.

Para dicha función tendremos que adquirir un accesorio que se vende por separado. Según nuestras intenciones tendremos que comprar un modelo en especial, ya que hay soluciones para colgarlo en un raíl o atornillarlo directamente en la pared y que sirva de balda auxiliar. Con la segunda opción básicamente podremos transformar el altavoz en una mesilla de noche o una estantería improvisada. Se trata de una idea bastante peculiar, aunque no la hemos podido probar al no disponer de los accesorios necesarios. De todas formas, y conociendo el historial de IKEA, su instalación se limitará a un par de pasos, y como siempre tendrás las instrucciones de montaje por si tienes alguna duda.

Análisis en vídeo

El altavoz estantería

El altavoz balda o altavoz estantería es práctico y rápido de echar a andar. Sólo tendremos que enchufarlo a la corriente para poder comenzar con el proceso de configuración, y aunque tiene conexión Ethernet, podremos hacerlo funcionar a través de WiFi. Suena bien, aunque notamos una gran ausencia de bajos en la reproducción (algo que viene bien si no quieres tirar todo lo que dejes sobre él en caso de usarlo como balda). No es un altavoz especialmente potente, pero cubre de sobra cualquier tipo de habitación.

Su precio de 99 euros está más que justificado. El valor de ofrecer tecnología Sonos y una calidad de sonido más que decente ya valen su precio, y aunque el cuerpo está fabricado en plástico ABS, sus líneas y su etiqueta de IKEA hacen que luzca como un producto bastante funcional.

El altavoz lámpara

Altavoz IKEA Sonos Symfonisk

El otro modelo es el altavoz lámpara, y como su nombre bien indica, se caracteriza por ser, además de altavoz, un punto de luz. Sin embargo, hay otro detalle que también llama la atención en este modelo, y es que suena notablemente mejor que el altavoz balda. El secreto está en el interior, ya que sospechamos que dentro se esconde una tecnología similar a la del Sonos Play:1. Su sonido es más potente y claro que el del primer modelo, algo que se nota también en su precio, ya que tendremos que abonar 179 euros para hacernos con sus servicios.

Lo peor de este altavoz lo encontramos en el interruptor de encendido de la lámpara, una perilla con forma circular que nos parece el peor diseño posible a elegir. Un botón dedicado junto al control de reproducción estaría bastante bien, aunque ya puestos a elegir, una función inteligente con la que poder encender la lámpara desde el móvil o con la voz estaría mucho mejor. Pero no, como veremos más adelante, estos altavoces no son inteligentes. Estéticamente también presenta un diseño especial, ya que una protección de tela le da un aspecto más elegante y propio para ambientes más coquetos (recuerda inevitablemente al HomePod de Apple). Cabe mencionar que la bombilla (de rosca E14) no está incluida, así que a la hora de comprarla será el momento de elegir una bombilla inteligente para poder encenderla remotamente si es lo que queremos.

Altavoz IKEA Sonos Symfonisk

Hay diferencias notables entre el modelo balda y el modelo lámpara, ya que por ejemplo, el primero distorsiona el sonido a máximo volumen, mientras que el segundo lo controla gracias a su Procesador de Señal Digital (DSP) integrado. Pero dejando a un lado la potencia y la luz, el resto es similar.

Fácil de usar

La ventaja de disponer el sistema de Sonos es que para su configuración sólo tendremos que pulsar dos botones en el altavoz y dejar que la aplicación oficial de Sonos (disponible en iOS y Android) haga su trabajo. Ambos modelos disponen de un panel de control en el que subir y bajar el volumen y pausar o reproducir la música. Todo lo demás se realiza desde la aplicación de Sonos, y será desde ahí desde donde podremos enviar contenidos de servicios como Apple Music, Spotify, Amazon Music, etc.

¿Qué podemos hacer con los altavoces de IKEA?

Altavoz IKEA Sonos Symfonisk

El concepto de altavoz inalámbrico puede que te suene, pero si no tienes muy claro que poder hacer con este altavoz te lo resumimos en varios puntos:

  • Una vez configurado, podrás controlar la música desde tu teléfono móvil o desde la aplicación de Spotify de cualquier dispositivo para enviar tus listas de música directamente al altavoz (requiere suscripción de Spotify Premium).
  • Si cuentas con un dispositivo de Apple, podrás llevar el sonido al altavoz a través de AirPlay 2.
  • Si compras dos altavoces puedes crear un sistema estéreo para que uno haga de altavoz izquierdo y otro de altavoz derecho.
  • Puedes también crear un grupo de altavoces comprando más unidades, ya sean de los de IKEA u originales de Sonos, y crear un sistema de sonido repartido por toda tu casa.
  • Los altavoces pueden ser etiquetados con el nombre que quieras. Así podrás identificarlos por “Salón”, “Dormitorio”, “Cocina”, etc., y así enviar la música rápidamente donde te plazca.

¿Qué NO podemos hacer con los altavoces de IKEA?

Altavoz IKEA Sonos Symfonisk

Aunque son altavoces muy completos, existe una carencia que podría determinar la compra de muchos usuarios. Estos altavoces, aunque disponen de conectividad WiFi, no ofrecen soluciones inteligentes con la ayuda de un asistente. Al contrario que la mayoría de altavoces que se lanzan últimamente en el mercado, los Symfonisk de IKEA no son inteligentes, por lo que, a pesar de contar con tecnología de Sonos, no encontraremos ni a Alexa ni al Asistente de Google. Este es uno de los principales problemas que le vemos a estas unidades, ya que podríamos encontrar en el mercado soluciones similares con opciones inteligentes por un poco más (el Echo Plus de Amazon cuesta 149 euros). Algunas de las carencias que hemos encontrado:

  • No cuentan con entrada de audio auxiliar.
  • No es un altavoz Bluetooth, por lo que siempre necesitaremos WiFi y la aplicación de Sonos.
  • No tienen micrófono.
  • Ninguno cuenta con batería interna, por lo que siempre se necesita un enchufe.
  • No podrás ejecutar comandos vocales para cambiar de canción o solicitar información del tiempo, ya que no disponen de asistentes inteligentes.

Altavoz IKEA Sonos Symfonisk

Puede que la decisión de no incluir un asistente se deba a poder ofrecer un precio muy competitivo con el que poder arrancar la gama de altavoces, y en caso de funcionar, seguir ampliando la familia con nuevos modelos. Teniendo en cuenta que el Sonos One (229 euros) cuenta con Alexa y Google Assistant integrado, es extraño que el altavoz lámpara de IKEA no se haya atrevido a incluirlo, aunque sabiendo los precios que manejan los suecos de los muebles, puede que la decisión de plantarse en los 99 y 179 euros y no contar con voces inteligentes sea la más adecuada para arrancar con la idea.

¿Merecen la pena los altavoces de IKEA?

Aunque la ausencia de un asistente inteligente integrado es una gran pérdida, en líneas generales los altavoces funcionan estupendamente y el rendimiento es muy bueno. El modelo de 99 euros nos parece una opción muy práctica que poder colocar en cualquier lado y disfrutar de buena calidad de sonido sin complicaciones. Además, la tecnología de Sonos nos garantiza poder ampliar los sistemas en el futuro, pudiendo también disponer de conexión directa con aplicaciones como Spotify.

Si el tema del asistente virtual era algo indispensable para ti, siempre podrás adquirir un asistente por separado y realizar las consultas a él, pudiendo enviar las canciones al altavoz de IKEA con comandos de voz utilizando el protocolo de Sonos. Es decir, con un Echo, podrás solicitar a Alexa que reproduzca música en el altavoz de Ikea. No es la opción más sencilla, pero es eficaz, así que no todo está perdido. Imaginamos que IKEA tendrá en sus planes de futuro ampliar la gama, y será ahí cuando veamos un producto madurado y probablemente con asistente inteligente, sin embargo, ahora mismo nos parecer dos modelos muy a tener en cuenta, así que si estás pensando poner música en casa, estas dos opciones podrían venirte muy pero que muy bien.


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