Pixel 3 un año después, lo mejor y lo peor

Ha pasado un año desde que Google lanzara el Pixel 3, y ahora que estamos a punto de recibir con los brazos abiertos al Pixel 4, es hora de hacer balance y contar qué nos ha gustado y qué no nos ha gustado del actual teléfono de Google. ¿Quieres saberlo? Pues acompáñanos.

Lo mejor del Pixel 3

El Pixel 3 llegaba al mercado con una única cámara, y si de primeras sorprendió a todos con semejante atrevimiento, pronto nos hicieron cambiar de parecer. Y es que la cámara del Pixel 3 nos ha demostrado que con una buena lente y un potente software todo es posible. Hemos disfrutado de retratos espectaculares, de paisajes vivos con colores increíbles y no hace mucho de un modo noche que parece auténtica brujería.

Tal es el rendimiento de la cámara, que resiste con dignidad ante el todopoderoso iPhone 11 Pro, recién lanzado con hardware de última generación y con unas características increíbles a nivel de hardware. Y nada mejor que unas fotos para ver lo bien que se comporta la cámara del Pixel 3:

 

La doble cámara frontal nos ha servido para hacer selfies en grupo con total libertad. Además, el software se encarga de corregir la deformación que se produce con la lente angular, por lo que el resultado evita cualquier tipo de cara extraña y alargada. Es una incorporación bastante útil para realizar fotos en grupo, y los resultados son muy bueno, usemos o no el efecto de modo retrato.

El rendimiento general del dispositivo es magnífico. Contar con Android limpio y con las últimas actualizaciones al momento es una gozada, por lo que este punto sigue siendo un valor interesante a la hora de elegir un Pixel. Muchos fabricantes, especialmente OnePlus, trabajan actualmente muy rápido para traer las últimas actualizaciones al momento, pero no hay nada como tener el software en casa para ser el primero.

Lo peor del Pixel 3

Pero no todo es perfecto. En el plano estético el Pixel 3 queda muy por debajo de otros dispositivos de su categoría, ya que su elevado precio no ofrece el diseño que podríamos esperar. Aunque la tapa trasera es de vidrio, en líneas generales el diseño se siente demasiado simple y muy penalizado por los grandes marcos de la pantalla. En su lanzamiento pudo pasar como un diseño fresco y sin complicaciones, pero tras un año ha envejecido duramente superado por muchas opciones de la competencia.

Sólo tenemos que ponerlo junto al Galaxy Note 10 para ver las grandes diferencias que existen a nivel estético, tanto por el acabado del producto (donde Samsung ha conseguido un tacto increíble entre cristal y chasis) como en el primer vistazo visual, donde el Note 10 atrae las miradas con una razón más que evidente.

La ausencia del puerto de auriculares me ha fastidiado en algunas ocasiones. Normalmente llevo auriculares inalámbricos con cancelación de ruido (los de Sony que tanto me gustan), pero en algunas ocasiones he echado en falta la posibilidad de conectar unos cableados. Se que es cuestión de adaptarse, pero todavía se siente raro. Y es que, a día de hoy, optar por un terminal de gama alta es elegir el bando de los auriculares inalámbricos. No hay más.

Android limpio en los Pixel es una maravilla, sin embargo, he notado cierta degradación en el sistema que produce cierta ralentización en algunas ocasiones. Es algo que tienen que mejorar, ya que la interfaz de OnePlus, por ejemplo, va siempre como el primer día. Esto es algo que me gustaría ver mejorado en el Pixel 4, así que ya veremos qué ocurre.

Si hay algo que utilizo muchísimo son las fotos en modo retrato. Me encantan los resultados que ofrece el Pixel 3, pero en muchas ocasiones la mejor foto se consigue disparando continuamente para capturar un momento divertido. Esta manera de hacer fotos tiene una limitación en el Pixel 3, ya que hay un momento en el que el buffer del dispositivo se llena y no nos permite hacer más fotos, quedándose pensando y perdiéndonos algún que otro momento clave. Esperemos que el Pixel 4 disponga de más memoria para esta función, o al menos el procesador sea capaz de trabajar de manera más rápida para que la cola de imágenes se vaya liberando rápidamente.

Otro de los grandes puntos negativos que encuentro relacionando el tema del modo retrato son las malditas carpetas individuales que se generan cada vez que haces un uno. Resulta espantoso encontrarte con cientos de carpetas en el teléfono (cuando usas el explorador de archivos o cualquier otra aplicación que no sea Google Fotos).

Tener una única cámara me ha privado de disponer una lente con zoom óptico. Y no la quiero para acercarme a objetos que estén lejos, que podría valer, sino para conseguir otro punto de vista gracias a una focal sin tanto angular. Los retratos quedarían más naturales y no se aplicaría ningún recorte al sensor. Este recorte aplica un interpolado en la imagen y produce pérdida de calidad en la imagen, que si bien está muy bien resulto por Google, no es ni por asomo igual que disponer una lente de 2 aumentos.

La batería ha cumplido, pero en días de mucho ajetreo he necesitado el apoyo de una batería externa para salir con vida. La gestión de energía de Android funciona bastante bien, así que en líneas generales bien, pero sin florituras.

No voy a echar de menos el lector de huellas trasero. Para nada. Ha funcionado bastante bien en la mayoría de ocasiones, aunque he tenido que calibrarlo dos o tres veces durante todo este tiempo. El nuevo sistema de reconocimiento facial del Pixel 4 pinta bastante bien, así que ya veremos qué tal se comporta.

En resumidas cuentas, el Pixel 3 es un teléfono que me ha aportado muchísimo, y me ha animado a hacer más fotos que ningún otro teléfono me había hecho hacer antes. He tenido la sensación de que cada disparo iba a salir bien gracias a su procesado, y eso es algo que valoro muchísimo en un terminal. Sin embargo, las carencias son evidentes, y la grandísima evolución que han sufrido números terminales del mercado, hacen que este Pixel 3 de 900 euros no sea ya una compra recomendada.

Por tanto, ¿qué haría a día de hoy? No te voy a negar que el Pixel 3 es un teléfono con el que vas a estar extremadamente contento, pero obviamente su compra es un suicidio teniendo en cuenta que el Pixel 4 se lanzará en las próximas semanas. Si quieres lo último en Android con la mejor cámara, el Pixel 4 podría ser la opción, pero tendremos que esperar a valorarlo para sacar conclusiones. Si quieres experiencia Pixel y no crear un agujero en el bolsillo, el Pixel 3a es la opción más sensata a día de hoy.


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