Después de haber estado probando el teléfono OnePlus 7T, llega el momento de que nos sentemos a hablar sobre el OnePlus 7T Pro, un terminal que quizás bebe demasiado de su antecesor. ¿Te gustaría conocerlo mejor? ¿quieres salir de dudas sobre qué OnePlus comprar ahora que están todos en el escaparate? Entonces, este es tu análisis. Adelante.
OnePlus 7T Pro, análisis en vídeo
OnePlus 7T Pro, demasiado discreto en sus mejoras
Con el gran salto que ha pegado el OnePlus 7T respecto al OnePlus 7, debo confesar que esperaba ver algo así en este nuevo 7T Pro. Sin embargo, parece que OnePlus ha preferido hacer cambios mucho más discretos entre los modelos Pro, presentándonos un teléfono que recoge demasiado el testigo de su anterior generación.
Solo hay que pegarle un primer vistazo para darse cuenta de que aquí todo permanece bastante igual. Tal y como las filtraciones ya se encargaron de adelantar, el equipo luce exactamente el mismo cuerpo que el 7 Pro, con las mismas medidas, peso, pantalla y hasta disposición de cámaras (que se colocan en vertical). Cabe mencionar que ahora tenemos un nuevo color, «Haze Blue», más suave que el Nebula Blue del 7 Pro, pero que sigue moviéndose en los mismos tonos azules.
La pantalla, como decía, vuelve a ser la misma: 6,67 pulgadas de panel Fluid AMOLED con un gustoso refresco a 90 Hz -en serio, si nunca lo ha visto en directo, deberías probarlo-, una resolución de 3.120 x 1.440 píxeles y un ratio de aspecto 19.5:9. Los bordes, ojo, son curvados, dando esa sensación de expansión que solo consigue este tipo de panel y suponiendo la peor pesadilla para aquellos que odian esta moda. No se olvida del lector de huellas integrado, que sigue arrojando una efectividad muy buena tanto en rapidez como en precisión.
Todos los dispositivos #OnePlus7TSeries tendrán una experiencia fluida de 90 Hz.
Una vez que experimentes la fluidez de nuestra pantalla Fluid Display nunca podrás volver atrás. pic.twitter.com/9dCl0Z6Fk1
— OnePlus España (@OnePlus_ES) October 10, 2019
En el interior de este teléfono corre un procesador Snapdragon 855+ (una muy pequeña mejora frente al Snapdragon 855 del 7 Pro) junto a 8 GB de RAM y 256 GB, única configuración disponible para este equipo. El empuje se lo da un módulo de batería de 4.085 mAh (frente a los 4.000 mAh del 7 Pro), que vuelve a repetir los logros de su antecesor: prácticamente dos días completos si se hace un uso medio del teléfono -menos si abusamos demasiado de la cámara y el consumo multimedia, pero siempre con la garantía (en esos casos) de al menos una jornada cómoda. El teléfono viene ahora con la carga rápida Warp Charge 30T (en serio, vuela), pero sigue pecando de la falta de carga inalámbrica.
¿Quieres más similitudes? Echa un ojo a sus cámaras. Este teléfono cuenta exactamente con el mismo sistema de 48 MP (f/1.6), ultra gran angular de 16 MP (f/2.4) y teleobjetivo que el OnePlus 7 Pro. Este último ni siquiera aprovecha el módulo del OnePlus 7T (cuyo sensor es de 12 MP) sino que vuelve a ser el mismo de 8 MP con alcance de 3 aumentos visto en su antecesor. Junto a este trío se coloca, eso sí, un láser autofoco -aunque debo reconocer que no he notado su apoyo en ningún momento.
Tenemos algunas nuevas funciones, eso sí: ahora puedes usar el modo nocturno con el gran angular, lente que igualmente puede utilizarse para video -en este análisis no lo hemos podido probar por no estar aún habilitado. Hablando de grabaciones: el teléfono incorpora un nuevo modo Super Stable (a 1080p) que intenta ofrecer algo de estabilización extra en las captura -en el vídeo que tienes un poco más arriba puedes ver un par de ejemplos.
El problema es que estas nuevas funciones, muy probablemente, lleguen al 7 Pro. Este aún está en proceso de actualizarse a Android 10 con Oxygen OS 10, y cuando lo haga, debería incorporar algunas o todas de las novedades de la interfaz de la cámara -según las últimas filtraciones, serían todas.
Los resultados fotográficos, por tanto, son muy similares a los vistos en el OnePlus 7 Pro: buen rendimiento de día, algo de sobresaturación en ciertos colores y situaciones, un ultra gran angular que no deforma demasiado los laterales, un modo retrato correcto y unos selfies buenos incluso en el modo retrato -que se hacen, por cierto, con su cámara frontal retráctil, un sistema muy resolutivo que fue todo un boom en su momento pero que ahora ya no le quita el sueño a nadie.
Foto de día
Foto día con gran angular
Modo retrato
Modo retrato con la cámara frontal
Foto día (condición de luz menos favorable)
De noche la calidad decae más de lo deseado en ciertas escenas, con cierta falta de detalle, una gestión regular de los focos de luz y, a veces, un abuso del parcheado en determinados escenarios. El modo noche mejora notablemente algunas situaciones pero otras siguen siendo algo justas.
Algo que sí que vas a encontrar aquí (igual que en el OnePlus 7T) y no en el 7 Pro es el modo Macro. Se trata de una actualización de hardware que permite hacer este tipo de tomas de manera además muy efectiva. Al igual que ocurría en el 7T, echo de menos más indicativos de ayuda para hacer la foto, pero, como siempre, es también cuestión de pillarle el punto con la práctica.
En cuanto a Android 10, que antes lo he mencionado, funciona de maravilla en este teléfono, en simbiosis perfecta con Oxygen OS. Este trae algunas pequeñas mejoras (que esperamos ver en el 7 Pro, como decía, cuando se actualice) como el cambio entre apps en modo horizontal, nuevas opciones de tiempo en el modo Zen o un nuevo modo Lectura. Todo fluye de maravilla y vuelvo a tener ese control y manejo de las opciones de un teléfono que pocas otras veces experimento gracias a sus múltiples apartados de configuración y a su facilidad para arrancar el modo desarrollador. De lo mejor del terminal.
¿Qué OnePlus comprar?
La generación anterior del la familia 7 tuvo un claro ganador: el OnePlus 7 Pro. El teléfono se vendió en una proporción 70/30 respecto al OnePlus 7, demostrando que lanzar una versión Pro fue una muy buena idea por parte de la casa. Esta vez, sin embargo, tengo la sensación de que las tornas se van a girar.
El OnePlus 7T Pro (759 euros)es un teléfono fantástico y muy equilibrado, pero considero que el OnePlus 7T (599 euros) ofrece prácticamente la misma experiencia y rendimiento por 160 euros menos (que se dice pronto). El 7T Pro tiene una pantalla ligeramente más grande, sí, y bordes curvos, pero es más pesado que el OnePlus 7T, que se maneja de manera más cómoda con un panel que sigue siendo generoso, a 90 Hz, con lector de huellas integrado y con un brillo superior (el 7T Pro no alcanza los 1.000 nits de su hermano pequeño, quedándose en los 800 nits).
Es cierto que no cuenta con la cámara retráctil (en su lugar hay un notch muy discreto), la batería es más pequeña (es posiblemente lo único de verdad que envidio del 7T Pro) y te quedas en 128 GB de capacidad, pero en líneas generales ofrece un listado de cualidades que lo hacen más atractivo que el 7T Pro.
En cuanto a qué hacer si tienes un OnePlus 7 Pro, ni se te ocurra cambiar: las mejoras, como has visto, son tan sutiles que prácticamente estarías comprando el mismo teléfono. No merece en absoluto la pena la sustitución y ni siquiera podrás sentir envidia por el modelo nuevo.
¿Aún así sigues queriendo el OnePlus 7 Pro por sus bordes en pantalla, su batería o su objetivo de 3 aumentos? Entonces debo reconocer que sigue siendo una buena inversión. Es cierto que la cámara que monta no es la mejor de sus cualidades pero no deja de ser pudiente, equilibrada y versátil, acompañando a un teléfono de atractiva construcción, con fuerza bruta, buena batería y un sistema de software que es posiblemente una de las cosas que más me gustan (y te gustarán) de OnePlus.