En el vasto universo creado por J.R.R. Tolkien, la Tierra Media ha sido el escenario de múltiples aventuras, guerras y secretos fascinantes. Sin embargo, una pregunta ha intrigado a los fanáticos y académicos por igual: ¿cuánta gente vivía realmente en la Tierra Media?. Aunque Tolkien no ofreció datos concretos al respecto, un reciente análisis demográfico ha intentado arrojar luz sobre esta cuestión con métodos curiosos y detallados.
El encargado de esta tarea titánica ha sido Lyman Stone, un demógrafo que decidió abordar la pregunta desde un enfoque científico. Al releer las obras del escritor británico, se dio cuenta de que había pocos datos específicos sobre la población de este mundo ficticio. Con paciencia y una metodología basada en parámetros históricos, Stone comenzó su investigación. ¿El resultado? Una estimación que combina imaginación y datos reales.
Un mundo gobernado por reglas «reales»
Para empezar, Stone tomó una decisión metodológica clave: consideraría la Tierra Media como un sitio «normal», sujeto a las reglas agrícolas y demográficas propias de sociedades antiguas. Esto se dice rápido pero si conoces el mapa de la Tierra Media sabrás que es una tarea titánica.
Dividió el continente en regiones, evaluando aspectos como el clima, el acceso al agua y los terrenos cultivables. Por ejemplo, las Colinas de Hierro fueron clasificadas como un área con un 12% de tierras fértiles y un 68% de montañas, entre otras características.
Utilizando estos datos, el demógrafo buscó analogías con territorios históricos de nuestro mundo y calculó la capacidad máxima de sustento de estas zonas. Si aplicamos estos parámetros a la Tierra Media, se llega a una cifra sorprendente: podrían haber vivido unas 34 millones de personas, si sus recursos hubiesen sido explotados al máximo, como en la Europa medieval.
¿Un número demasiado optimista?
No obstante, Stone matiza que estos 34 millones representarían el límite teórico. La realidad sería muy diferente, sobre todo si consideramos las guerras, invasiones y migraciones que devastaron la región. Además, las descripciones de Tolkien no siempre reflejan una densidad de población tan alta, como ocurre con las zonas ribereñas del río Anduin, donde las estimaciones de Stone no encajan con las historias narradas.
Para ajustar las cifras, Stone se inspiró en un método utilizado en la historia real: analizar el tamaño de los ejércitos. Según esta aproximación, si tomamos como referencia las tropas involucradas en batallas claves, se puede inferir la población total de ciertos reinos. Por ejemplo, los datos sobre Rohan sugieren que su población oscilaba entre 600.000 y 2,4 millones, pero una cifra más realista sería alrededor de 1,2 millones.
Resultados más precisos: 6,7 millones
Gracias a este factor corrector, las cifras totales cambian drásticamente. Según Stone, la población de la Tierra Media en su conjunto rondaría los 6,7 millones de habitantes. Este número incluye todas las razas principales que habitan el continente, con la siguiente distribución:
- Hobbits: Aproximadamente 200.000 individuos.
- Elfos: Unos 284.000.
- Enanos: Cerca de 121.000.
- Hombres: Más de 6 millones.
Pero si eres fanático de la saga sabrás que queda otra raza muy importante para la historia de la Tierra Media, los orcos.
¿Qué pasa con los orcos?
Curiosamente, los orcos también forman parte de este análisis. Aunque hay menos información sobre ellos, Stone empleó el tamaño de sus ejércitos para hacer una estimación. Según sus cálculos, la población orca podría rondar los 810.000 individuos. Esto elevaría el total demográfico de la Tierra Media a aproximadamente 7,6 millones de habitantes.
Este dato es especialmente interesante porque introduce una dimensión más compleja al equilibrio poblacional del mundo. Aunque los orcos son considerados enemigos, su número significativo habría tenido un impacto notable en los recursos y conflictos de la región.
Lyman Stone ha logrado transformar una pregunta aparentemente frívola en un fascinante análisis que combina literatura y ciencia. Aunque los datos nunca podrán ser exactos, este ejercicio permite imaginar la Tierra Media como algo más que un escenario de fantasía: una sociedad viva y compleja con sus propios retos demográficos. Reflexionar sobre estos detalles puede hacernos apreciar aún más la riqueza del mundo creado por Tolkien.