Hay cinéfilos a los que les gusta sufrir. Eso es así. Gente amante de las películas tristes o que cuando están en épocas de bajón buscan precisamente finales desoladores para asegurarse su ratito de lágrimas y su consiguiente desahogo. Oye, tiene que haber de todo. Si eres precisamente de los que gusta de acabar una película con el corazoncito encogío, esta es tu selección: aquí tienes algunas de las cintas con los finales más tristes que recordamos.
Películas que nos hacen llorar
Hay muchos géneros de películas que nos pueden hacer llorar. Por lo general nos pensamos que solo las románticas (con finales desdichados para sus protagonistas) o sobre temáticas específicas como la guerra pueden hacernos sufrir, pero hoy en día incluso una cinta de dibujos animados -seguro que la famosa escena de Carl y Ellie de Up se te ha venido a la cabeza- tiene la capacidad de desatar nuestros sacos lacrimógenos.
Por ello y porque sabemos que hay muchos que disfrutan del dicho de una lloradita y a seguir, hemos confeccionado una lista con películas que con una muy alta probabilidad -hey, hey gente muy dura- te harán llorar a moco tendido. Ni qué decir tiene que esta es solo una pequeña muestra para no hacer el artículo eterno, pero si quieres dejar tu propuesta tristona, tienes los comentarios para hacerlo.
10 películas con finales que te harán llorar sí o sí
Dicho esto, vamos con una selección de 10 películas con las que tienes asegurado que necesitarás un clínex cuando acabes de verlas. Eso o, como dicen, es que estás muerto por dentro.
La milla verde
Menuda llorera con el final de La milla verde. Esta película, que nos lleva al sur de los Estados Unidos, nos presenta a Paul Edgecomb (Tom Hanks), un funcionario de prisiones encargado de vigilar la «Milla Verde», el pasillo que separa las celdas de los reclusos que están condenados a la silla eléctrica. Por su parte, John Coffey (Michael Clarke Duncan) es un hombre negro, bastante corpulento y con una personalidad bastante especial e infantil, que es acusado de asesinar brutalmente a dos niñas de nueve años, por lo que espera su inminente ejecución.
Hay gente que dice que solo con haberla visto una vez es «suficiente» y aseguran que nunca más pasarán por su visionado.
La vida es bella
Tras un título tan idílico se esconde una de las películas más conmovedoras del siglo XX. Dirigida, escrita y protagonizada por Roberto Benigni, es imposible no conmoverse simplemente escuchando su bonita y característica banda sonora. Está ambientada en tiempos de la Segunda Guerra Mundial y nos cuenta la historia del judío italiano Guido, quien se enamora perdidamente de Dora, una mujer que está a punto de casarse con otro. Guido desplegará todos sus peculiares encantos para conquistarla y lo terminará consiguiendo, formando una bonita familia juntos. su amada. Pero poco después será obligados a separarse por culpa de ser llevados a un campo de concentración, y entonces Guido tendrá que emplear todo lo que está en su mano para proteger a su hijo de los horrores que se viven allí.
Mujercitas
Vale, no es técnicamente el final de la cinta pero, si nos lo permites, vamos a hacer un poco de trampas para incluirla por aquí. Posiblemente la gente no solo llore con la película -nos quedamos en este caso con la adaptación más moderna que existe de la historia, dirigida por Greta Gerwig-, sino también con su libro, escrito por Louisa May Alcott en 1868 y considerado todo un clásico de la literatura. En esta historia conocemos la historia de cuatro hermanas y cómo se convierten en mujeres con la Guerra de Secesión norteamericana de fondo. Es tierna, emotiva, tiene personajes entrañables y la muerte de un personaje que hace que pocos se resistan a echar al menos una lagrimita.
Toy Story 4
Ya te avisábamos de que una película animada también podía hacernos llorar con su final y no dudamos que por muy «adulto» que seas, tú también saliste del cine con el corazón en un puño tras ver Toy Story 4. La película fue el cierre de una era y es difícil encontrar a alguien que no llorase con ella en varios momentos además, pero muy especialmente en la despedida de Andy de sus muñecos y ese «adiós, vaquero«.
Million Dollar Baby
Peliculón donde los haya, dirigido por Clint Eastwood, quien también actúa junto a una maravillosa Hilary Swank, quien precisamente se llevó su segundo Oscar por esta actuación. La particular relación entre una luchadora de boxeo y su entrenador llega al culmen en un final desgarrador, con la protagonista postrada en una cama de por vida y su lucha por acabar con dicho sufrimiento. Es de esas cintas que te dejan un sentimiento de desolación y tristeza incluso tiempo después de verla. Durísima.
Titanic
Nos vas a perdonar pero esta película tan comercial (y que tan mal ha envejecido en varios aspectos) nos hizo llorar en su día a moco tendido con su final y tienes que aceptarlo. Y es que no podemos negarle a James Cameron que hizo un gran trabajo creando esta bonita historia de amor a bordo del Titanic que logró convertirse en una de las más taquilleras de la historia. La maldita tabla a la que se sube Rose para aguantar el frío es la responsable de que todos necesitáramos un pañuelo en la mano al ver cómo se despide de Jack, el gran amor de su vida, para siempre.
Mi chica
La película de Howard Zieff simboliza la inocencia y esa magia del primer amor que se nos queda grabado para siempre. Cuando la empiezas a ver nunca imaginas que al final Thomas (Macaulay Culkin) morirá, víctima de una fuerte reacción alérgica por picadura de abeja y que además le ocurre cuando está buscando el anillo que su amada Vada (Anna Chlumsky). La banda sonora de este filme, por cierto, es maravillosa.
Ghost
Sigue siendo una de esas películas de los 90 que perdura en nuestra memoria y con razón. La bonita y pasional relación de Sam (Patrick Swayze, tristemente fallecido hace unos años) y Molly (Demi Moore) se ve truncada una noche cuando son atracados en la calle y lo apuñalan injustamente, causándole la muerte. Su viuda nunca podría imaginar que una médium (Whoopi Goldberg) sería capaz de contactar con él en un último intento por vengar su muerte y despedirse, claro, de su mujer. Vaya final -y menuda canción principal; imposible no reconocerla.
Ha nacido una estrella
Esta cinta nos sorprendió bastante por varios motivos: por la dirección de Bradley Cooper (desconocíamos que lo hiciera tan bien), por la actuación de Lady Gaga (tampoco sabíamos que tuviera tanto potencial como actriz) y por un final de esos que te dejan un nudito en la garganta -sí, ya sabemos que es una historia que ya se ha llevado al cine en otras ocasiones, pero seguro que muchos no la habían visto nunca-. Vaya historia emotiva y menudo desenlace.
La La Land
Puede que alguno nos discuta que su final no es para llorar, pero también estamos convencidos que bastantes salieron del cine con el corazón en un puño tras verla. Y es que la bonita historia de amor que se crea entre Mia (Emma Stone) y Sebastian (Ryan Gosling) se terminará diluyendo con un desenlace que sin bien no hace infelices a sus protagonistas, de deja esa sensación de pena y melancolía por lo que podrían haber sido juntos.