OpenAI ha decidido detener, de forma temporal, la generación de vídeos que representen a Martin Luther King Jr. en Sora tras el malestar expresado por su familia, una decisión que busca reforzar los límites sobre el uso de la imagen de figuras históricas dentro de su plataforma de creación audiovisual mediante IA.
La compañía comunicó junto al patrimonio del Dr. King que, aunque existe interés legítimo por la libertad de expresión, las familias y representantes deben conservar la última palabra sobre cómo se utiliza su parecido en contenidos generados por inteligencia artificial.
Qué ha decidido exactamente OpenAI
La empresa ha activado una pausa específica para impedir que Sora genere clips donde aparezca el líder de los derechos civiles, a la vez que establece un procedimiento formal para que herederos o representantes autorizados soliciten la exclusión del parecido de otras personalidades en los llamados «cameos» de la aplicación, en línea con casos previos como la suspensión inesperada de cuentas en Instagram.
Según OpenAI, se trata de una medida transitoria mientras se endurecen las salvaguardas para figuras históricas y se ajustan los controles de la herramienta, con el objetivo de evitar usos denigrantes o no autorizados de la imagen, en un contexto similar al de Instagram bajo la lupa.
Por qué se tomó la medida
La decisión llega tras una oleada de recreaciones de mal gusto que circularon en Sora, algunas con contenido racista y otras situando al Dr. King en escenas caricaturescas o absurdas; estos ejemplos, ampliamente compartidos, desencadenaron críticas y quejas por vulnerar la dignidad del activista.
Bernice King, hija de Martin Luther King Jr., pidió públicamente que se dejara de enviarle vídeos creados por IA donde aparecía su padre y calificó estas recreaciones como dolorosas y faltas de respeto; su denuncia se sumó a la de Zelda Williams, hija del actor Robin Williams, contraria a los clips sintéticos de familiares fallecidos.
El funcionamiento de Sora y sus límites
Sora es la plataforma social de vídeo de OpenAI que permite generar clips hiperrealistas a partir de texto, incluyendo rostros de personas reales o personajes históricos, y su estreno impulsó un intenso debate sobre la facilidad para producir contenidos manipulados o engañosos.
Aunque existen barreras que bloquean algunas peticiones con celebridades, la experiencia ha demostrado que los filtros no son infalibles y pueden colarse resultados que vulneren la imagen o reputación de individuos conocidos.
Al margen del caso de King, usuarios de la app difundieron recreaciones cuestionables de otras figuras como Bob Ross, Whitney Houston o John F. Kennedy, así como clips inspirados en obras con derechos de autor (por ejemplo, South Park, Pokémon o SpongeBob), lo que ha inquietado a estudios y titulares en la industria del entretenimiento, y preocupa la proliferación de bulos y estafas en Facebook.
Copyright y control de imagen
En paralelo, OpenAI ha adelantado que ofrecerá a los propietarios de derechos un control más granular sobre el uso de sus personajes o marcas dentro de Sora y que está trabajando en mecanismos de compensación e ingresos compartidos para contenido autorizado, con la posibilidad de solicitar exclusiones específicas, una línea que recuerda la demanda a Meta por cierres de Facebook.
La postura de ceder capacidad de decisión a familias y patrimonios reabre el debate entre libertad creativa y respeto a la memoria, una tensión que OpenAI intenta manejar fortaleciendo barreras para figuras históricas sin cerrar la puerta a usos legítimos de la tecnología.
Reacciones dentro de la compañía
La presentación de Sora no estuvo exenta de dudas internas: algunos investigadores expresaron su incomodidad y el propio Sam Altman admitió que hubo trepidación el día del lanzamiento, conscientes del impacto social potencial del producto.
Frente a ello, responsables de producto como Nick Turley defendieron la filosofía de aprender en abierto: lanzar, observar, corregir y volver a iterar, asumiendo que el despliegue público acelera la identificación de riesgos y la mejora de los sistemas.
La pausa sobre Martin Luther King Jr. se ha convertido en un señal de alerta para el ecosistema de Sora: una herramienta diseñada para la creatividad que ahora delimita dónde están los límites éticos y jurídicos, priorizando el respeto al legado y los derechos frente a recreaciones que puedan resultar ofensivas o problemáticas.