Desbloquear el Pixel 4 con los ojos cerrados
El problema está en los ojos o, mejor dicho, cómo los controla el propio Pixel 4. Una simple demostración nos vale para confirmar que el sistema de detección facial del Pixel 4 está en estos momentos funcionando como un simple sistema de detección facial como el que encontrábamos hace unos años en cualquier teléfono. ¿La razón? El teléfono se desbloquea tengamos o no los ojos abiertos, un problema que permitiría a alguien desbloquear el teléfono si lo cogiera y nos apuntase a la cara mientras estuviéramos dormidos. ¿A esto le llamaban seguridad?
Es cierto que, gracias al uso de los sensores infrarrojos y a la tecnología de mapeo facial 3D, el Pixel 4 nunca va a confundir una fotografía con un rostro real, pero que permita el desbloqueo con los ojos cerrados es algo que no esperábamos ver y que rebaja al sistema a una solución simple y poco efectiva.
De todas formas, parece que esta falta de implementación ocular debe de ser una cuestión de falta de tiempo para el desarrollo de la función, ya que la propia Google ha confirmado a The Verge que la función será implementada en los próximos meses a través de una actualización del sistema. Esta incorporación podría ser un ajuste en el sistema llamado “requerir que los ojos estén abiertos”, una función que se ha podido ver en una imagen publicada en las redes y que de momento no aparece en ninguno de los teléfonos que la compañía ha cedido a la prensa. El comunicado que ha recibido The Verge dice exactamente esto:
Estamos trabajando en una opción para los usuarios que requiera que sus ojos estén abiertos para desbloquear el teléfono, algo que se entregará en una actualización de software en los próximos meses. Mientras tanto, si a algún usuario del Pixel 4 le preocupa que alguien pueda coger su teléfono e intentar desbloquearlo con los ojos cerrados, puede activar una función de seguridad que requiere un pin, patrón o contraseña en el próximo desbloqueo. El desbloqueo facial del Pixel 4 cumple con los requisitos de seguridad como un biométrico fuerte, y puede usarse para pagos y autenticación de aplicaciones, incluidas las aplicaciones bancarias. Es resistente a los intentos de desbloqueo no válidos por otros medios, como ocurre con las máscaras.
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