Nuevo estudio afianza la teoría de una bacteria en la boca como responsable del Alzheimer

Boca abierta

Un nuevo estudio acaba de arrojar luz (y bastante esperanza) dentro de la investigación y la lucha contra el Alzheimer. De continuar en esta línea, que lo relaciona con un tipo de bacteria implicada en la gingivitis, podríamos estar hablando de un importante precedente en el tratamiento eficaz de esta enfermedad y quién sabe si incluso en algún tipo de vacuna para su prevención.

P. gingivalis y Alzheimer

La enfermedad del Alzheimer se ha hecho con el tiempo cada vez más visible a medida que la población envejece, hasta tal punto que hoy en día constituye la quinta causa de muerte en todo el mundo. A pesar de ello, su tratamiento sigue siendo uno de los grandes retos de la medicina actual, resultando muy complicado de explicar cuáles son las causas que están realmente detrás de esta enfermedad neurodegenerativa.

Hoy se abre, sin embargo, un importante camino hacia la esperanza de poder curarlo e incluso prevenirlo. Aunque ya existían teorías que establecían esta posible relación, ahora sabemos, gracias a un nuevo estudio llevado a cabo en conjunto por varios equipos de investigación, cómo el Alzheimer estaría relacionado con una bacteria de la boca presente en una tercera parte de la población mundial.

De esta forma, hasta ahora lo que se sabía es que podía existir algún tipo de relación entre las bacterias que provocan enfermedades periodontales (de las encías) y el Alzheimer, porque se había observado una gran presencia de estas en el cerebro de pacientes fallecidos por la enfermedad. Sin embargo, no estaba claro si las bacterias eran las responsables de la enfermedad neurodegenerativa o si esta condición provocaba la presencia con el tiempo de la aparición de las bacterias.

Justamente esta duda es la que se acaba de despejar ahora. Varios equipos de trabajo han estado investigando de forma paralela la bacteria Porphyromonas gingivalis (P. gingivalis a partir de ahora), observando cómo es capaz de infectar e inflamar las mismas áreas del cerebro que son afectadas por el Alzheimer. Lo que hace esta bacteria es producir de manera desproporcionada el péptido beta-amiloide (sintetizado a partir de la proteína precursora amiloidea), el mismo que se encuentra presente en las placas amiloides asociadas con el Alzheimer.

celulas

Para lograr observar esto, se infectaron las encías de ratones sacos con la P. gingivalis, lo que terminó provocando una infección cerebral, la producción del péptido y el consiguiente daño cerebral en las regiones y nervios afectados en el cerebro de una persona con Alzheimer.

Lo mejor de todo es que las investigaciones no se han quedado ahí y también se desarrollaron al mismo tiempo unas moléculas que bloqueaban la bacteria. Al administrarlas a ratones infectados, se detuvo la producción del amiloide, diminuyó la inflamación cerebral e incluso se llegaron a rescatar neuronas dañadas. Semejante descubrimiento supone por tanto una puerta abierta a un tratamiento del Alzheimer efectivo, capaz de frenar los síntomas y hasta revertir algunos otros.

Debe quedarte claro que aunque si tienes gingivitis, te recomendamos encarecidamente que acudas a tu odontólogo, esto no significa que tengas ya escrita la condena de padecer la enfermedad en el futuro. Se han estudiado de hecho cerebros de personas sin Alzheimer que también tenían P. gingivalis y acumulaciones del péptido, pero en niveles más bajos.

Aún queda mucho por investigar  -precisamente siguen quedando preguntas importantes en el aire como por qué si dos personas tienen la bacteria, una desarrolla la enfermedad y otra no-, pero sin duda este es un paso gigante para la medicina y la ciencia, estableciéndose una línea de trabajo común con miras a un tratamiento efectivo que podría llegar antes de lo imaginado.


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