Carga ultrarrápida para bicicletas eléctricas: la apuesta que quiere cambiarlo todo

  • Morelle trabaja en una e-bike con carga completa en menos de 15 minutos gracias a baterĂ­as con ánodo de silicio.
  • Propone un ecosistema de recarga de 1.000–1.200 W (M2) y un futuro M3 por encima de 1.500 W.
  • Bicicleta urbana con motor central de alto par, peso en torno a 13,6 kg y asistencia limitada a 25 km/h en la UE.
  • PrevĂ© entregas en primer trimestre de 2026, precio estimado de 3.000 dĂłlares y reserva reembolsable.

bicicleta electrica

El sector de la movilidad eléctrica vive una carrera silenciosa por reducir los tiempos de recarga: hoy lo habitual en una e-bike va de tres a seis horas para llenar la batería. En ese contexto, una startup californiana llamada Morelle asegura que su próxima bicicleta podrá cargarse al 100% en menos de 15 minutos, una promesa que, de cumplirse, puede cambiar hábitos de uso y planificación de rutas.

El proyecto cuenta con la participación de Gary Fisher, referente del MTB, y combina una batería compacta con un sistema de carga de alta potencia y gestión inteligente. La idea no es solo acelerar el enchufe, sino plantear un estándar de recarga para micromovilidad que encaje con la normativa vigente en Europa (asistencia hasta 25 km/h) y con el uso diario en ciudad.

La base técnica: batería de silicio y gestión avanzada

El corazón del desarrollo es una batería de 350 Wh integrada en el tubo inferior, diseñada para soportar potencias elevadas sin deterioro prematuro. La clave está en sustituir el ánodo de grafito por uno de silicio, una química con mayor capacidad específica que favorece la carga acelerada en volúmenes reducidos.

Históricamente, el silicio se ha topado con la expansión y contracción del material durante los ciclos, lo que dañaba las celdas. Morelle asegura haber mitigado ese comportamiento con tecnología propia, respaldando el conjunto con más de 1.000 ciclos de carga y un rendimiento estable a lo largo del tiempo.

Para cuidar la baterĂ­a, el cargador incorpora hardware y software de diagnĂłstico en tiempo real que ajustan el protocolo de carga segĂşn el estado y el uso, con el objetivo de preservar la salud de las celdas y prolongar su vida Ăştil.

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Ecosistema de recarga: de potencias M1 a M2 y M3

Morelle denomina M1 al nivel en el que se mueve hoy la mayoría de e-bikes, con cargadores de 100 a 300 W. Su apuesta eleva ese listón a los niveles M2 (1.000–1.200 W) y prepara un M3 que superaría los 1.500 W, acercando la micromovilidad a esquemas de coche eléctrico en cuanto a tiempos.

La compañía planea desplegar puntos de carga rápida en ubicaciones estratégicas, priorizando zonas de mayor uso. Además, quiere integrar su sistema en cargadores de Nivel 2 ya existentes para vehículos eléctricos, lo que facilitaría encontrar tomas sin multiplicar infraestructuras.

Este enfoque no solo persigue rapidez: también busca estandarización y comodidad, de forma que recargar una bicicleta eléctrica resulte tan natural como parar a por un café durante el trayecto.

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La bicicleta: motor, peso y normativa

El modelo urbano de Morelle utilizará un motor central de alto par, una solución apreciada por su entrega de potencia natural y eficiente en pendientes. La asistencia podrá llegar a 45 km/h, aunque para circular como EPAC en España deberá limitarse a 25 km/h, tal y como marca la regulación.

Otro dato llamativo es el peso: el conjunto se quedaría alrededor de 13,6 kg, por debajo de lo habitual en muchas e-bikes urbanas. La estética seguirá una línea minimalista y discreta, con la batería integrada y un cuadro de formas limpias.

En materia de disponibilidad y precio, la marca habla de primer trimestre de 2026 para las primeras entregas, con un coste de partida cercano a 3.000 dĂłlares (unos 2.790 euros al cambio). Quien quiera asegurar unidad puede reservar con 50 dĂłlares, una cantidad reembolsable. De momento, la autonomĂ­a exacta no se ha detallado.

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Seguridad al cargar: qué dicen los expertos

La aceleración de la recarga reabre el debate sobre buenas prácticas y seguridad. Algunos especialistas recuerdan que cargar baterías de bicicletas y patinetes en el interior del hogar puede entrañar riesgos de incendio si no se cumplen las recomendaciones del fabricante y las condiciones adecuadas de ventilación y supervisión.

La propuesta de Morelle, al promover puntos de carga específicos y gestión térmica y eléctrica controlada, podría contribuir a un uso más seguro en espacios preparados. Aun así, la clave pasará por certificaciones, protocolos claros y mantenimiento, además de seguir las instrucciones de uso de cada producto.

Si el plan de Morelle avanza según lo previsto, la combinación de batería con ánodo de silicio, cargas de hasta 1.200 W y un diseño urbano ligero apuntala un movimiento interesante: hacer que una e-bike pueda recuperarse en minutos y no en horas. Falta por conocer autonomía real, pruebas independientes y el despliegue de la red, pero el sector ya observa con atención un enfoque que quiere marcar el paso en la micromovilidad eléctrica.


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