SpaceX ha fijado para el 24 de agosto el décimo vuelo de prueba de su sistema Starship, con una ventana que se abrirá a las 18:30 hora central (23:30 GMT) desde Starbase, en Texas. La compañía afronta esta cita tras tres intentos previos fallidos, con el objetivo de acumular datos que permitan pulir la operativa.
Según la información divulgada por la empresa, la misión combinará un perfil de vuelo revisado del propulsor Super Heavy y nuevas pruebas con la nave Starship, entre ellas el despliegue de ocho simuladores de satélites Starlink y ensayos de reentrada con cambios en el escudo térmico.
Fecha, hora y lugar del lanzamiento
La compañía indica que la ventana de lanzamiento se abre a las 18:30 (23:30 GMT) y que el despegue se realizará desde Starbase (Texas), donde se ubican las instalaciones de producción y la plataforma de lanzamiento. La planificación queda, como siempre, a expensas de la meteorología y de las verificaciones finales.
Perfil de vuelo y papel del Super Heavy
El cohete Super Heavy volverá a ejecutar la conocida maniobra de giro para ahorrar propelente y, en esta ocasión, no retornará a la base terrestre: se dirigirá a una plataforma en el mar. Durante el descenso, el propulsor recopilará telemetría y otros datos de interés para futuras operaciones.
Este perfil busca ampliar el conocimiento sobre la recuperación y control del descenso del propulsor en escenarios representativos de misiones reales, sin comprometer la seguridad de la zona de lanzamiento.
Objetivos de la nave Starship
La nave superior tiene como tareas principales el despliegue de ocho simuladores de satélites Starlink y la realización de ensayos de reentrada con modificaciones en el sistema térmico. SpaceX señala que también se incluirán pruebas de combustión de aterrizaje y se retomarán verificaciones ya vistas en campañas anteriores, como experimentos de reingreso y validación de cargas.
Estas actividades permitirán medir con más precisión el comportamiento del vehículo en fases críticas de vuelo, así como calibrar modelos de predicción y procedimientos de misión.
Modificaciones y pruebas tras las últimas incidencias
De cara a este intento, SpaceX ha implementado cambios operativos y de hardware destinados a incrementar la fiabilidad del sistema. Entre ellos destaca la retirada selectiva de losetas térmicas para someter a prueba áreas más vulnerables durante la reentrada y determinar márgenes con mayor exactitud.
La empresa acompaña estas novedades con un resumen técnico interno y un plan de verificación que, sobre el papel, debe reforzar la robustez del vehículo en condiciones reales de vuelo.
Qué se aprendió del noveno vuelo
El análisis del vuelo anterior, realizado el 27 de mayo, reveló que se produjeron fugas de combustible que afectaron al control de estabilidad y derivaron en lo que la compañía describe como un “rápido desmontaje imprevisto”. Además, en junio se registró una anomalía en una prueba de fuego estático de la nave 36. Estos eventos han servido para ajustar procedimientos y componentes en esta nueva campaña.
Este aprendizaje es fundamental para mejorar la confiabilidad y seguridad de las futuras misiones.
