Seguimos hablando de Oppenheimer, casi tres semanas después de su estreno y es que la cinta protagonizada por Cillian Murphy continúa dando titulares de todo tipo. Más allá de sus momentos polémicos o se su actual rechazo desde el público nipón, la película también nos está dejando curiosidades e incluso un importante fallo, impropio de su director, del que pocos han sido capaz de percatarse.
Oppenheimer, un (esperable) éxito en taquilla
La película sobre el creador de la bomba atómica ha sido todo un éxito, algo que, por otro lado, más que esperable. Christopher Nolan tiene la habilidad de convertir en oro prácticamente todo lo que toca y a sus espaldas cosecha un sinfín de proyectos que han sido igual de bien recibidos por crítica y público.
Esta vez el tema era tremendamente polémico y aún así, el director ha sabido conducir la historia con maestría, apoyado en su particular visión del cine y en un reparto excepcional que ayuda a dar coherencia y sentido a todo. Esta película no va realmente sobre la bomba atómica; su centro es la persona que dirigió el proyecto que la creó, el físico J Robert Oppenheimer, y las consecuencias que tuvo para su carrera semejante hito histórico.
Precisamente el haber pasado de puntillas por sus devastadoras consecuencias para la población civil de Hiroshima y Nagasaki ha sido una de sus grandes críticas, aunque ahora, otra, infinitamente más banal, también recae sobre la cinta: se trata de un error de documentación histórica que puede apreciarse en una de las escenas de la película.
Esas no son las banderas
Hay que irse al momento en el que Robert Oppenheimer, interpretado por Cillian Murphy, entra en una pequeña sala de conferencias, habilitada en el pueblo improvisado del Proyecto Manhattan, para hablar a todos los presentes y celebrar con ellos la gran victoria que supone para EEUU lo que han conseguido.
Vemos que en esta escena se refleja bastante bien la ansiedad y cierto arrepentimiento que Oppenheimer terminó sintiendo una vez fue consciente de lo que había creado, todo mientras el público lo vitorea y aplaude con banderillas de Estados Unidos en las manos. Y ahí está el problema, en las banderas.
Como bien ha señalado un avispado espectador, las que usan los presentes en la escena tienen 50 estrellas (representando, como sabes, a los 50 estados), sin embargo, esto es incompatible con el momento histórico que viven:
It was good and all, but I’ll be that guy and complain they used 50-star flags in a scene set in 1945. pic.twitter.com/nvcwpGFkzh
— Andy Craig (@AndrewRCraig) July 21, 2023
En los años 40 (1945 para ser más exactos), cuando esto sucede, los EEUU contaban con 48 estados, ya que Hawai y Alaska aún no habían sido declarados como tal. En el medio Digital Spy indican que aunque la película ha cometido este garrafal error, en otro momentos en los que también se ve la bandera norteamericana, sí se hace uso de la antigua.
Siendo Nola quien está detrás de la película, un director conocido especialmente por poner bastante mimo al detalle y ser extremadamente riguroso en los temas que trata, sorprende encontrarnos con un fallo de este tipo -por otro lado, difícil de detectar-, pero suponemos que en una película tan densa no siempre es posible tenerlo absolutamente todo bajo control.