La saga jurásica vuelve a cobrar impulso en salas: Jurassic World: Rebirth (estrenada en España como El renacer) ha consolidado su tirĂłn comercial durante el verano y se sitĂşa como uno de los grandes tĂtulos de la temporada. Con una combinaciĂłn de nostalgia y nuevas ideas, el largometraje ha revivido la franquicia tras un parĂłn de tres años.
Mientras el pĂşblico se divide en su valoraciĂłn artĂstica, los datos apuntan a un rendimiento sĂłlido y sostenido. La pelĂcula, con Scarlett Johansson y Jonathan Bailey al frente del reparto y direcciĂłn de Gareth Edwards, introduce además una criatura que está dando que hablar: el D‑Rex, un ser tan aterrador como polĂ©mico por su origen no estrictamente dinosauriano.
RecaudaciĂłn y contexto de estreno
Después de varias semanas en cartel, la producción ha rebasado los 800 millones de dólares a nivel mundial. De acuerdo con los últimos balances, la cifra total ronda los 800,3 millones, repartidos en aproximadamente 326,9 millones en Estados Unidos y 473,4 en mercados internacionales.
El arranque ya anticipaba mĂşsculo: en sus primeros cinco dĂas en NorteamĂ©rica el tĂtulo marcĂł un estreno especialmente fuerte, impulsando su visibilidad frente a otros lanzamientos veraniegos de superhĂ©roes. Con el paso de las semanas, se confirmĂł como el gran vencedor comercial de julio frente a competidores como Superman o Los Cuatro Fántasticos: Primeros pasos.
Con un presupuesto controlado en torno a 180 millones, el rendimiento apunta a una operaciĂłn rentable para el estudio. Sin embargo, el listĂłn histĂłrico de la marca sigue siendo exigente: todo indica que no llegará a la barrera de los 1.000 millones que sĂ alcanzaron entregas previas, y terminarĂa como la recaudaciĂłn más baja de la saga desde Jurassic Park III.
La perspectiva histórica pesa. El reinicio de 2015 pulverizó marcas en su momento —mayor debut mundial entonces y un total de 1.669 millones—, cifras que sus secuelas fueron atenuando hasta el entorno de 1.004 millones para Dominion. Rebirth se sitúa, por tanto, un escalón por debajo, aunque con una relación coste/ingresos saludable.
La recepciĂłn crĂtica ha sido dispar, con opiniones que señalan tanto su vigor visual como cierto dĂ©jĂ vu, pero sin que ello frene la asistencia. El motor de curiosidad por un “nuevo comienzo” y el gancho de sus criaturas siguen siendo, a la postre, el gran imán de la propuesta.
QuĂ© propone la pelĂcula
Rebirth se plantea como un reinicio suave que reorienta el universo jurásico hacia una nueva etapa. La historia acompaña a dos investigadores —interpretados por Scarlett Johansson y Jonathan Bailey— en un intento por extraer ADN de dinosaurio con fines médicos, un detonante que actualiza el ya clásico debate entre ciencia, ética y espectáculo.
La idea de “vuelta a empezar” convive con guiños a la tradición de la saga: persecuciones tensas, ambientes naturales espectaculares y un catálogo de depredadores imponentes que sostienen el pulso de la puesta en escena. El objetivo es recordar por qué estos colosos prehistóricos siguen fascinando en pantalla grande.
El D‑Rex: una bestia impactante que no es un dinosaurio
Entre las novedades, el D‑Rex ha monopolizado buena parte de la conversaciĂłn. En un making of reciente, el equipo de efectos explicĂł que esta criatura —tambiĂ©n apodada Distortus rex— no encaja en la categorĂa de dinosaurio: se trata de un experimento fallido concebido para crear un superdepredador.
Su fisonomĂa es deliberadamente inquietante: proporciones alteradas, una musculatura con ecos simiescos en los brazos y extremidades delanteras menores en el pecho que recuerdan al T. rex. Ese diseño, probado en animaciĂłn y afinado junto a la direcciĂłn, busca que cada apariciĂłn del D‑Rex cambie el registro de la pelĂcula hacia el terror abierto.
Mirando hacia adelante
El desempeño comercial de Rebirth abre varias puertas. Acredita que la franquicia conserva tracción global como evento de gran formato; además, evidencia que quizá sea necesario ajustar expectativas frente a los récords de hace una década.
Ya se habla —con la cautela habitual— de una posible octava entrega que podrĂa madurar de cara a final de dĂ©cada. La direcciĂłn de esa continuaciĂłn dependerá del aprendizaje de este capĂtulo: resultados firmes en taquilla, debate creativo y hambre del pĂşblico por criaturas que aĂşn consiguen sorprender.
Estos resultados dejan claro que Rebirth se ha consolidado como uno de los tĂtulos más fuertes de la temporada, reordenando las prioridades para los prĂłximos pasos de la saga y situando al D‑Rex en el centro del debate entre los fans, entre la fascinaciĂłn y la controversia por una criatura que amplĂa—a su manera—el repertorio jurásico.