De Clive Baker al reboot actual
Hellraiser es una película estrenada en el año 1987 y que dirigió Clive Baker, curiosamente también autor de la novela en la que se inspiró y que tenía el título de The Hellbound Heart. Hace 35 años, el film fue muy controvertido, fue calificado como exclusivamente para mayores de 17 años (R) y marcó claramente una nueva forma de llevar el horror a la gran pantalla: mucha sangre, torturas inconcebiblemente violentas y mucho, mucho terror y sufrimiento.
El caso es que ya se sabía desde hace tiempo que 20th Century Studios estaba desarrollando una especie de reboot que llegaría principalmente a la plataforma en streaming de la compañía, Hulu en EE.UU. y Disney+ en España a través de Star, cosa que ocurrirá si nada se tuerce el próximo 7 de octubre. Será entonces cuando podamos ver qué tal le sienta una pátina de modernidad y efectos digitales 3D a una historia que necesita de la colaboración de los espectadores para aguantar el espectáculo de vísceras y sangre al que asistirán.
Eso sí, en esta nueva Hellraiser ya no participa Clive Barker aunque la productora no ha dudado en llamar a algunos de los nombres más reconocidos de la industria: firma la historia y produce David S. Goyer (trilogía de Blade) mientras que la dirección queda a cargo de David Bruckner (La Casa oscura, The Ritual, Southbound), que ya tiene callo con algunas películas de terror que han marcado el renacer en los últimos años de un género que estaba un pelín olvidado.
¿Por qué Hellraiser es un clásico?
Como os decimos, el impacto de Hellraiser en el cine de terror fue rotundo (ni se acerca a las más taquilleras de la historia, pero dio bastante de sí con 14,6 millones de dólares de la época), a pesar de sufrir la censura de algunas secuencias. La historia gira, como recordaréis, alrededor de Frank Cotton, un hedonista que busca obtener la mejor experiencia sexual imaginable aunque no tiene ni idea de lo que le espera cuando se cruce con los cenobitas, unos seres que entienden el dolor como la máxima expresión de ese placer que busca el protagonista. Por medio aparecerá una caja llena de puzzles que será la encargada de poner en marcha las experiencias más espantosas que os podáis imaginar.
Su impacto viene por el uso de ese terror psicológico y físico dentro de un ámbito tan diferente como es la búsqueda del placer, en un relato que trata sobre la sexualidad de una forma extraordinariamente abierta y más fluida de lo habitual y que se aleja de aquel viejo leitmotiv de ciertas películas de horror que tratan estos temas con una mayor superficialidad: jóvenes adolescentes, promiscuos que a las primeras de cambio son víctimas del brutal asesino que los persigue.
Hellraiser no solo influenció el cine de terror que se hizo a partir de ese momento, sino que también trascendió a otros ámbitos como los del cómic, que cogió su oscura ambientación S&M y grotescas situaciones para dar vida a personajes todavía más siniestros, despiadados y sórdidos.
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