La robótica y la inteligencia artificial están dando pasos agigantados, y una muestra de ello es Blue, un robot desarrollado entre Nvidia, Disney y Google DeepMind. Inspirado en los icónicos droides del universo Star Wars, este proyecto busca llevar la interacción humano-robot a un nuevo nivel, combinando tecnología avanzada con una expresividad y autonomía sin precedentes.
Durante la Conferencia de Tecnología de GPU (GTC) 2025, organizada por Nvidia en San José, California, se presentó Blue en escena, dejando al público sorprendido con su capacidad de movimiento y reacción en tiempo real. Este robot se perfila como uno de los grandes avances en robótica aplicada a la industria del entretenimiento y más allá.
Un robot con personalidad propia
Uno de los aspectos más llamativos de Blue es su forma de interactuar con los humanos. En la presentación, el CEO de Nvidia, Jensen Huang, mostró cómo el robot respondía a sus órdenes y reaccionaba a su voz con distintos gestos y posturas. Incluso realizó movimientos que expresaban diferentes «emociones», como entusiasmo o tristeza.
El corazón tecnológico de Blue es una combinación de hardware y software de vanguardia. Está impulsado por el Nvidia Jetson Nano, una plataforma compacta diseñada específicamente para aplicaciones de inteligencia artificial. Gracias a ello, el robot es capaz de procesar datos en tiempo real y adaptarse a su entorno de manera fluida.
El motor de física Newton: clave en su desarrollo
Para lograr movimientos lo más realistas posibles, Blue se apoya en Newton, un nuevo motor de física desarrollado por Nvidia. Este sistema permite simular con precisión las condiciones del mundo real y mejorar la respuesta de los robots en distintos escenarios.
Newton se implementará como código abierto, lo que significa que desarrolladores de todo el mundo podrán aprovechar esta tecnología para entrenar y perfeccionar sus propios sistemas robóticos. Gracias a este motor, Blue es capaz de caminar, detenerse y adaptarse a distintos terrenos con sorprendente naturalidad.
Colaboración entre Nvidia, Disney y Google DeepMind
El desarrollo de Blue fue posible gracias a la colaboración entre tres gigantes tecnológicos. Disney Research aportó su experiencia en el diseño de personajes y animación, mientras que Google DeepMind contribuyó con su conocimiento en aprendizaje automático y modelos de inteligencia artificial.
Por su parte, Nvidia proporcionó la infraestructura de hardware y software, incluyendo su plataforma de simulación Isaac Sim. Esta herramienta permitió entrenar al robot en entornos virtuales antes de llevarlo a la práctica, optimizando así su rendimiento y asegurando movimientos más naturales. Puede que todo lo contrario al perro de Boston Dynamics.
Aplicaciones en parques temáticos y más allá
Blue no es solo un experimento de laboratorio, sino que tiene aplicaciones concretas en la industria del entretenimiento. Disney planea utilizar este tipo de robots en sus parques temáticos, permitiendo interacciones más reales con los visitantes y mejorando la experiencia del usuario comparado con otras atracciones interactivas.
Más allá del entretenimiento, el avance en la robótica expresiva abre puertas en numerosos sectores. Desde la educación hasta la asistencia en el hogar, robots como Blue podrían desempeñar un papel importante en la vida cotidiana, ayudando en diferentes tareas y mejorando la relación entre humanos y máquinas.
La presentación de Blue deja claro que la robótica está en un punto de inflexión. La combinación de inteligencia artificial, motores de simulación avanzados y hardware potente está permitiendo crear máquinas más autónomas y expresivas que nunca. Aunque en nuestros hogares el único robot que hay es la Roomba, este robot supone un paso importante hacia el futuro de la interacción robot-humano.