¿Por qué nos fascina tanto Baby Yoda? Hay una explicación científica

Baby Yoda - The Mandalorian

Es uno de los «personajes» del año, no hay duda de ello. Nos referimos, por supuesto, a Baby Yoda, el adorable pequeñajo verde de la serie The Mandalorian. Pero, ¿qué es exactamente lo que tiene para que nos fascine tanto? ¿qué teclas ha tocado exactamente Disney para que nos volvamos locos con él?

Baby Yoda, una combinación de rasgos muy pensados

Ni la propia Disney posiblemente se imaginaba que tendría tanto éxito. Está claro que Baby Yoda fue creado para conquistar a todos los espectadores de la serie The Mandalorian (e incluso a los que no han visto el show), pero no cabe duda que su popularidad a superado todas las expectativas.

Da igual que no seas seguidor de Star Wars o que te estés reservando para ver la propuesta del mandaloriano con la llegada de Disney+ a España -cosa que ocurrirá a finales del mes de marzo-, seguro que has oído hablar acerca de este Yoda joven, del que sigue sin conocerse su procedencia. Ya se descartó que fuese Yoda en su niñez por el momento temporal en el que ocurren los acontecimientos de la serie, pero eso no ha ayudado a descifrar de dónde viene y quién es este adorable bebé -llamado por cierto «baby yoda» porque ni siquiera conocemos a qué especie pertenecen las criaturas como Yoda.

Baby Yoda - The Mandalorian

Pero, ¿qué tiene exactamente este personaje para que a todos nos guste? Pues unos rasgos muy bien estudiados que responden a reacciones de tipo evolutivas  y psicológicas del ser humano. De hecho, son las mismas características que tiene un bebé. Lo que estás leyendo.

Y es que no es casualidad que Baby Yoda cuente por ejemplo con unos ojos muy grandes o con manos parecidas a las humanas. Se trata de características que la ciencia ha demostrado que gustan al cerebro humano y promueven además nuestras ganas de desarrollar protección y cuidado por el sujeto.

Baby Yoda - The Mandalorian

El etólogo Konrad Lorenz fue el encargado en los años 40 de poner ante nuestros ojos dicha evidencia hablando del concepto de «baby schema», un grupo de características físicas en los bebés que inspiran a los adultos a acercarse y protegerlos.

Que sintamos atracción y nos conmuevan los bebés tiene por tanto su explicación en un mecanismo evolutivo que nos lleva a que sus rasgos tengan la aprobación inmediata de nuestro cerebro. Igualmente tener la cabeza redonda y las mejillas contorneadas (de nuevo como Baby Yoda) ayuda a que los veamos tan «cute» -expresión inglesa que significas «adorable». Así se asegura la supervivencia de las criaturas cuando estas aún son dependientes (y la prolongación de la especie en último término), siendo algo que no ocurre solo en humanos; también en otros animales.

Baby Yoda - The Mandalorian

No es la primera vez que Disney pone en práctica esta técnica. El mismísmo Mickey Mouse fue evolucionando con el tiempo, como explican en Vulture, para redondear sus formas para parecerse más a un niño y gustar más a nuestro cerebro. Pero sin duda con Baby Yoda la factoría se ha explayado, logrando una pequeña criaturita que no solo emite sonidos de bebé: también cuenta con todos esos rasgos que hacen que sintamos la necesitad de cuidar de uno en nuestra propia especie.

Y es que, ¿quién no cuidaría de un Baby Yoda si lo encontrara en la puerta de casa? (Suspiro)


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