Uno de los clips más famosos de la historia del cine es el corto de “Llegada de un tren a la estación de La Ciotat”, un vídeo de poco más de 50 segundos realizado por los hermanos Lumière que fue grabado en 1896. Como podrás imaginar, las cámaras de la época no capturaban ni sonido, por lo que contar con la imagen en movimiento ya era toda una hazaña. Pero, ¿y si te dijeran que ahora puedes verlo en 4K y 60 imágenes por segundo?
La magia de la inteligencia artificial
Denis Shiryaev decidió mejorar el clásico con la ayuda de la tecnología. Por un lado, comenzó escalando la imagen a resolución 4K, y para ello utilizó la herramienta Gigapixel AI de Topaz Labs. Esta herramienta permite generar píxeles de manera inteligente para así aumentar el diminuto tamaño de la imagen original hasta conseguir una de mayor resolución con el máximo detalle posible. El vídeo original es este:
Pero, además de mejorar la resolución, otra mejora es la de la tasa de imágenes por segundo, algo que mejora la fluidez del vídeo. Como podrás comprobar, el paso del tren y las personas que caminan por la escena lucen perfectamente suaves y sin apenas salto, algo completamente diferente al fragmento original, que pierde información continuamente debido a la baja tasa de imágenes por segundo que capturó la cámara original. Este proceso se encarga de rellenar los huecos que existen entre frames de manera inteligente, por lo que el resultado final es absolutamente natural e hipnótico.
https://youtu.be/3RYNThid23g
En esa ocasión, la herramienta usada ha sido una llamada DAIN, la cual realiza una serie de procesos súper complejos que consigue rellenar esos huecos inexistentes con imágenes perfectamente sincronizadas con el resto. Para ello analiza las imágenes con el fin de detectar el flujo visual de la escena, contexto y profundidad de la misma para generar un mapa de calor que acabe generando la imagen perfecta para el clip.
Este es posiblemente el efecto que más llama la atención en el resultado final, ya que la sensación de suavidad hace que el vídeo se sienta más real. Además, el creador ha incluido sonido (no sabemos si utilizando las redes neuronales o de manera manual), por lo que el resultado es perfecto.
Las redes neuronales hacen magia
Como puedes comprobar, el uso de estas redes neuronales ha permitido general contenido que antes no existía. El resultado es absolutamente espectacular, ya que lejos de obtener un vídeo con errores y aspecto artificial, ofrece una estética y una representación que fácilmente podría pasar por un vídeo original del momento. Pero no, te garantizamos que en 1896 no tenían cámaras 4K.