Abrieron una campaña en GoFundMe y se dedicaron a ir por las programas de televisión del país contando este noble gesto. Ni qué decir tiene que esta hazaña se hizo rápidamente viral, y los 10.000 dólares de meta que se pusieron se vieron rápidamente sobrepasados, llegando a recoger donaciones que acumularon un total 400.000 dólares.
Tras la recaudación, sin embargo, parece que las buenas intenciones de la pareja se esfumaron y en lugar de darle el dinero a Bobbitt, se quedó con buena parte de todo lo conseguido (Bobbitt supuestamente solo recogió 75.000 dólares), lo que llevó al mendigo a denunciarlos. La pareja reconoció que lo había hecho porque temía que Bobbitt malgastara el dinero al tener problemas con el abuso de ciertas sustancias.
Ni qué decir que semejante culebrón corrió como la pólvora por internet. Estuvimos siguiendo este pulso entre los protagonistas cuyo último capítulo conocido era que un juez había ordenado a Mark D’Amico y Kate McClure darle todo el dinero restante a Johnny Bobbitt Jr, pero la pareja había declarado que ya no tenían el dinero -por lo que se sabe, se lo habrían gastado todo en coches, viajes, bolsos de alta gama y juegos de azar.
El mendigo, la gasolina y la noble idea: una gran mentira
Ahora sin embargo todo ha dado un nuevo giro inesperado. Según exponen en NBC Philadelphia, las investigaciones llevadas acabado han terminado con la presentación de una nueva denuncia sobre la mesa en la que se acusa a Mark D’Amico y Kate McClure de conspirar con el propio Johnny Bobbitt Jr. para engañar al gran público (y a los usuarios de GoFundMe, claro) y conseguir así sus donaciones. Algunas fuentes indican que la historia de la gasolina sería completamente falsa, aunque no así la condición de desamparo de Bobbitt, que se habría reunido con la pareja un mes antes de que todo esto saliera a la luz para planear el gran engaño.
La pareja, a la que se le han incautado algunos bienes comprados con el dinero estafado, ya se habría entregado a las autoridades pero el mendigo aún no. Los abogados de los implicados han declinado hacer declaraciones al respecto por el momento, aunque los acusados podrían enfrentarse ahora a penas de entre 5 y 10 años de cárcel.
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