La fiebre por la portátil más icónica de Nintendo vuelve con un set que apunta directo a la nostalgia: una Game Boy recreada con piezas de LEGO, pensada para exposición y para quienes disfrutan montando modelos detallados. Aunque el kit nace como objeto decorativo, su propuesta va mucho más allá del simple adorno por la cantidad de guiños que incluye a la consola original.
La historia ha dado un giro interesante por obra de la comunidad: mientras el set oficial reproduce la máquina a escala con gran exactitud, una modder ha logrado convertirlo en una Game Boy de LEGO plenamente operativa, utilizando componentes reales en lugar de emulación. Dos caras de un mismo fenómeno que está acaparando miradas entre coleccionistas y entusiastas.
Así es el set oficial de LEGO Game Boy

El kit propone una construcción casi a tamaño real con 421 piezas y orientación para mayores de 18 años. No hay electrónica, pero sí interacción física: se puede pulsar la cruceta, los botones A y B, además de SELECT y START, lo que refuerza el efecto de réplica sin comprometer la estética del conjunto.
Entre los detalles más queridos por los fans figuran el control de contraste, la rueda de volumen y la ranura para Game Pak. El paquete añade cartuchos construibles de Super Mario Land y The Legend of Zelda: Link’s Awakening y varias pantallas lenticulares intercambiables, incluido un inicio clásico al estilo de la consola.
Para rematar la presentación, la compañía incluye una base de exposición que facilita lucir el modelo en vitrinas o estanterías. En España, el set se ha puesto a la venta con un precio de 59,99€ y puede encontrarse en comercios habituales, incluida distribución online, sin dificultad en el arranque de su comercialización.
Desde LEGO aseguran que la autenticidad ha sido una prioridad. El diseñador Simon Kent explicó que Nintendo participó activamente proporcionando información técnica y asesoramiento creativo, con aportaciones de equipos en Japón para pulir proporciones y acabados del homenaje.
Con este enfoque, el set se queda como una pieza de colección que reproduce la experiencia táctil y visual de la máquina original, apoyándose en elementos con guiños al hardware sin salir de la filosofía de construcción de ladrillos.
De réplica a consola funcional: el mod de Natalie the Nerd

A raíz del anuncio oficial, la creadora conocida como Natalie the Nerd se propuso un reto: desarrollar una placa PCB a medida para integrar dentro del chasis de LEGO y así dotar al modelo de capacidad de juego real. Empezó con planos y fotos de prensa para calcular huecos, tornillería y tolerancias, avanzando incluso antes de tener el set en la mano.
En lo técnico apostó por la arquitectura de la Game Boy Pocket (MGB) frente al modelo clásico, principalmente por disponibilidad de componentes y porque su CPU integra VRAM interna, lo que reduce el espacio necesario en la placa. Esta decisión simplifica el montaje y abarata la obtención de piezas frente a otras vías.
La modificación no recurre a emulación ni a FPGA: es hardware real de Game Boy montado sobre un PCB diseñado desde cero para encajar en el interior del set. Se aprovechan los mecanismos presionables del modelo (cruceta y botones) y se sustituye la pantalla lenticular por un panel funcional, manteniendo el espíritu del exterior de LEGO intacto.
Uno de los puntos más llamativos es que la ranura posterior pensada para cartuchos decorativos ha sido adaptada para aceptar cartuchos físicos de la consola, que el sistema puede leer y ejecutar. En las primeras pruebas, la modder ha mostrado el funcionamiento con títulos tan reconocibles como Tetris o Pokémon, confirmando la viabilidad del enfoque.
La autora explica que su objetivo es publicar la información necesaria para que otros puedan replicar el proyecto: esquemas del PCB, recomendaciones de componentes y notas de montaje. Su planteamiento busca integrarse en el set sin prescindir de su construcción, con especial cuidado en conservar la estructura de las 421 piezas siempre que sea posible.
El cruce entre creatividad y precisión técnica deja una pieza peculiar: por fuera es el set de LEGO, por dentro late una Game Boy real. El resultado no solo alimenta la nostalgia, también evidencia el potencial de la escena maker cuando se coordina con productos oficiales bien documentados.
La combinación de un set fiel y un mod que lo hace jugable dibuja un panorama atractivo para coleccionistas, fans de Nintendo y amantes del bricolaje electrónico: un objeto de exposición que puede convertirse en consola, con precio y disponibilidad claras por parte de LEGO y una vía abierta para quien quiera dar el siguiente paso con la guía de la comunidad.