Hace poco comentábamos por aquí cómo Netflix se va abriendo cada vez un poco más, dejando conocer datos (especialmente de audiencias) que hace un tiempo eran completamente privados. ¿Quieres un nuevo ejemplo de ello? Pues atento. La compañía ha desvelado ahora cómo nos clasifica cuando vemos una serie o película. Descubre si eres «iniciador», «observador» o «completador».
La clasificación de Netflix para medir sus contenidos
Aunque dos usuarios de Netflix, desde sus respectivas casas, reproduzcan una misma serie de la plataforma, no es lo mismo que uno se quede viendo un capítulo completo a que el otro vea los cinco primeros minutos y cambie a otra cosa.
Este razonamiento tan obvio resulta, sin lugar a dudas, una circunstancia importante para el servicio de contenidos, ya que determina el interés que generan sus títulos, cuáles merecen más la pena y qué propuestas no están terminando de cuajar entre el público. Tal es el caso que, de hecho, Netflix cuenta con un sistema propio de clasificación interna, con el que categoriza a los usuarios y en base a este puede después estudiar mucho mejor el éxito de su catálogo y comunicárselo también a los directores, productores y, cómo no, inversores.
Así lo ha dejado saber la firma en un documento facilitado a una comisión del parlamento británico, que se encuentra estudiando el estado actual de la TV pública en el país y de los diferentes servicios bajo demanda que se ofertan en su mercado.
En dicho escrito se desvela que Netflix utiliza tres indicadores o descriptores con los que clasifica a los usuario que ven sus contenidos: «iniciadores» (starters en inglés), «observadores» (watchers) y «completadores» (completers).
Los iniciadores son aquellos que ven una película o un episodio de una serie durante un par de minutos y la quitan. Los observadores, por su parte, ven el 70%, mientras que como completadores se clasifica a los usuarios que ven el 90% de una película o de la temporada de una serie.
Lo curioso de todo esto, más allá de la propia categorización, es que dependiendo de «quién seas» recibes una información u otra: los productores y directores que colaboran con Netflix reciben información sobre los iniciciadores y completadores (los dos extremos) y tiene en cuenta los datos recogidos durante los 7 primeros días de un estreno y tras 28 días del lanzamiento.
Netflix explica que con esas dos métricas cree dar la mejor información a los creativos para que tengan una comprensión más amplia de cómo los usuarios se relacionan con su propuesta desde el principio hasta el final.
La información de los observadores (el 70% de una película o serie, recuerda), por contra, es la que se comparte en las cartas de ganancias trimestrales a los accionistas así como con el gran público en momentos puntuales. Es decir, cuando el otro día te hablábamos de los buenos datos de audiencia de la tercera temporada de Stranger Things y de la última entrega de La Casa de Papel, las millones de personas contabilizadas en dichos números son «watchers» u «observadores» -la traducción en español es horrible, lo sabemos.
Todos estos datos son los que sirve a Netflix por tanto para medir sus audiencias y conocer la aceptación de un producto. En base a eso luego el razonamiento es simple: si la serie supone una inversión elevada y luego no genera suficientes observadores o completadores, no se renueva por una siguiente temporada; si ocurre lo mismo con una película, será una temática a tener menos en cuenta próximamente. La ley de la oferta y la demanda.