Por fin sale una colaboración entre una franquicia de videojuegos que te encanta y tu marca de zapatillas favorita. Te pones mil alarmas, te registras en la tienda, añades ya tu tarjeta de crédito y tu dirección… lo tienes todo preparado. El día que sale a la venta, te preparas una hora antes frente al ordenador. Llega el momento. Refrescas la página, añades las zapatillas al carrito, le das a comprar. Y justo cuando creías que lo habías conseguido, la web te dice que ya están agotadas. Los scalpers han vuelto a ganar la jugada. Pero ¿cómo lo hacen?
Acaparando el stock. Así trabajan los especuladores de las zapatillas
Internet tiene un nuevo enemigo, los scalpers. Hasta ahora, este término se utilizaba para referirse a aquellos operadores de bolsa que compran y venden enormes cantidades de activos en muy pocos minutos para ganar dinero con las pequeñas variaciones de precios. En la actualidad, cuando hablamos de ‘scalpers’, nos referimos a aquellos que ganan dinero comprando una gran cantidad de un producto que tiene edición limitada para así controlar el stock y revenderlo a un precio mucho más alto.
Los especuladores comenzaron vendiendo los productos un poco más caros que en las tiendas originales. Sin embargo, incluso los propios scalpers tienen ahora competencia. Esto ha hecho que cada vez, los productos que consiguen comprar de las tiendas se revendan más y más caros, a precios que multiplican el coste original.
Las zapatillas suelen ser unos de los productos más queridos por los scalpers. Tienen tiradas limitadas, una buena demanda y también se lanzan de forma simultánea en numerosas tiendas. Sin embargo, no son la única víctima. Los scalpers son también los responsables de que no puedas encontrar una PlayStation 5 o una Xbox Series X en prácticamente ningún sitio.
¿Cómo actúan los scalpers?
Esta técnica comenzó realmente hace años con la venta de entradas a través de sitios online. Algunos usuarios conseguían comprar entradas para eventos deportivos o conciertos y luego conseguían revenderlas a precios significativamente más altos. Como el negocio funcionaba, pronto comenzaron a pulir la técnica. En lugar de poner una persona frente a un ordenador, los reventas utilizaban programas informáticos para automatizar el proceso.
En el caso de las zapatillas, lo más habitual es usar bots. Cuando un modelo únicamente se vende en una tienda, suelen programar un software capaz de automatizar completamente el proceso de compra. Por otro lado, con las consolas o las tarjetas gráficas, los scalpers no saben en qué webs va a salir una unidad a la venta. Por eso mismo, utilizan bots —que programan ellos mismos o compran— para comprobar cada cierto número de minutos las unidades disponibles de una u otra web. Cuando uno de los productos que quieren acaparar está disponible, la compra se puede efectuar tanto manualmente o con el software: todo depende del grado de perfección del bot. Por ejemplo, para la web de Supreme (marca muy codiciada por estos usuarios del oportunismo), existen decenas de scripts y plugins que se pueden encontrar publicados en GitHub.
Por otro lado, hay especuladores que tienen contacto con algunos fabricantes o distribuidores, y aprovechan esa ventaja incluso para colarse por delante de otros scalpers. Este modus operandi es menos común, pero también se han dado bastantes casos hasta el momento.