Cuando Carrie Fisher falleció todos los fans de Star Wars lo sintieron profundamente, porque se iba la princesa Leia. Pero aún había algunos detalles que pocos sabían y que serían importantes. El primero es que en la siguiente y última película de la saga jugaría un papel importante. Y en segundo lugar, que gracias a las técnicas digitales se la «devolvería» a la vida.
Industrial Light & Magic y los VFX que trajeron a Leia de vuelta
Los efectos digitales en el cine son ya algo habitual. Es cierto que en ocasiones se recurren a efectos prácticos y el uso de perspectivas para evitar recrear algo por ordenador, pero en casi cualquier producción actual hay siempre un mínimo de efectos que no podrían ser hechos de otro modo que con la ayuda de software especializado.
Dentro de esa industria de los VFX hay una compañía muy reconocida por méritos propios, se trata de ILM o Industrial Light & Magic. Esta ha sido la encargada de buena parte de los efectos visuales de la última película de Star Wars, la que cierra la saga y que es probable que ya hayas visto en el cine.
Pues bien, ILM ha publicado un vídeo en el que dejan ver cuáles han sido algunas de las técnicas usadas para traer de nuevo a la vida a Carrie Fisher en su papel de Leia. Y no sólo en este último con una edad más avanzada, también a Leia y un Luke Skywalker muy jóvenes.
La mayoría de las escenas en las que aparece la actriz se han generado digitalmente. Aunque el rostro se ha insertado a partir de material previamente grabado y que no se utilizó en películas pasadas como El despertar de la fuerza. Ese uso del rostro de la actriz es también lo que se replicó cuando se realizó la escena en la que la propia Leia y Luke, mucho más jóvenes, están uno frente al otro.
Ojo, si aún no has visto la película, es posible que tampoco debieras ver el vídeo.
Además de esas escenas y el cómo se hicieron, en el vídeo también se pueden apreciar detalles del trabajo realizado en otras secuencias de la película. Y entre el número de elementos generados digitalmente, las horas que seguramente hubo que hacer de rotoscopia y el tiempo invertido en renderizar las 16.000 naves que participaron en la batalla final (más de 8,4 millones de horas), hay que admirar y reconocerle el trabajo que estos estudios de VFX realizan.
Aunque el vídeo de casi cuatro minutos también deja ver que hay ocasiones en las que, aunque luego se añadan elementos digitalmente, no hay nada como grabar con objetos u otros elementos reales. Como, por ejemplo, los caballos que se usaron como base para los orbaks. Algo que facilita a los actores el realizar movimientos y una interpretación más real.
En resumen, que si te gusta todo el tema de los efectos especiales, el cómo se hizo y todo lo que implica, este vídeo es una de esas pequeñas piezas para ver varias veces y disfrutar. Porque, sin ir más lejos, este trabajo le ha valido a ILM para obtener una nominación al Oscar en la categoría de mejores efectos visuales.