Nuestra vida, nos guste o no, está muy influenciada por nuestro smartphone. Son muchas las horas que pasamos mirando su pantalla, a veces con una dependencia que incluso preocupa. Es por ello que pasar un año entero sin usar un teléfono inteligente se perfila como un gran reto. Lo suficientemente difícil como para pagarte 100.000 dólares por ello.
Un año sin smartphone
VitaminWater, una famosa marca estadounidense de bebidas, se encuentra detrás de esta peculiar idea. La misión es pasar 365 días sin smartphone, haciendo uso en su lugar de un teléfono básico, de esos que usábamos antes de que las pantallas táctiles y las tiendas de aplicaciones llegaran a nuestras vidas.
Suponemos que la idea de la compañía propiedad de Coca-Cola pasa por inmortalizar a su protagonista en su día a día sin utilizar un teléfono inteligente, aunque por el momento los detalles sobre cómo transcurrirá el proceso son escasos. Tampoco se ha aclarado cómo VitaminWater va a ser capaz de asegurarse que su conejillo de indias no toca ni huele un smartphone durante las 24 horas que tiene el día.
Lo que sí sabemos es que quién quiera participar y convertirse en el protagonista «del año sin smartphone» se lo tiene que currar desde el principio. Todos los interesados (hay que residir en EEUU, aunque con lo que pagan igual hasta te compensa mudarte) tienen hasta el día 8 de enero para presentar una propuesta de participación a través de las redes sociales que debe ser divertida, original y que explique bien por qué es la persona idónea para pasar un año alejado de su querido teléfono. Se pueden mandar hasta cuatro candidaturas por persona –que no se diga que no lo ponen fácil.
Un año sin hacerte selfies para Instagram es mucho tiempo, ¿eh?
La marca elegirá de entre todas las propuestas a su participante, a quien se le entregará un teléfono básico para que al menos siga comunicado con el mundo. También está prohibido el uso de tablets durante el año de aislamiento aunque sí se aceptan portátiles y sobremesas. Igualmente los equipos con soporte de voz que no son teléfonos inteligentes (como el Amazon Echo) también se pueden emplear por parte del usuario.
Imaginamos que la idea es grabar al participante en su día a día, lleno de publicidad hasta las cejas, y contando cómo de difícil puede llegar a ser un día sin un smartphone en la mano mientras con la otra sostiene una de las bebidas azucaradas de la marca. Sea como sea el reto, en los tiempos que corren, tiene su gracia, especialmente por el suculento premio que hay detrás.