Internet está lleno de productos prometedores y novedosos que se presentan en webs como Kickstarter. Zepan e-Bin es una papelera de restos orgánicos que procesa la basura de una unidad doméstica en tan solo unas horas. Este prototipo, anunciado por la empresa Zepan Kitchen en la plataforma IndieGoGo, ha superado ya el cupo de crowdfunding en un 666%.
Llega el cubo de basura inteligente
Este cubo de basura de tecnología punta dice descomponer y reducir el volumen de los residuos orgánicos de la cocina en más de un 90%. El producto resultante es inodoro, higiénico y seco. Ayuda a reducir la emisión de metano y CO2 que provoca enviar restos de comida al vertedero, según cuentan. Una vez procesado, el producto resultante es perfecto como compost para el jardín. Pero… ¿es eso posible?
Zepan e-Bin, el cubo que crea «compost»
Suena muy bonito, convertir tu basura en abono natural en tan solo unas horas. Sin embargo, cualquiera que haya pasado tiempo en la huerta sabrá que el proceso natural de compostaje difiere de lo que hace la e-Bin.
Para empezar, una compostadora no necesita tecnología punta. De hecho, Internet está lleno de tutoriales que muestran cómo fabricar una vermicompostadora con neveras recicladas de poliespán. Está tirado, incluso los niños lo hacen en la granja escuela. Aquí podemos ver un ejemplo de un youtuber experto en la materia.
Veamos cómo e-Bin procesa los residuos, comparándolo con el proceso de creación de abono:
- En el primer paso, la papelera aumenta la temperatura y deshidrata los restos orgánicos.
- Una vez secos, los pulveriza con sus aspas manteniendo la temperatura.
- Cuando ha reducido su volumen, esteriliza el producto con radiación UV.
Esta materia resultante, aunque muy fácil de desechar y manejar sin olores, no es compost.
Entonces, ¿por qué e-Bin se anuncia como compostadora?
En resumidas cuentas, sí, podemos afirmar que se trata de publicidad engañosa. Zepan Kitchen, además de inspirarse sobradamente en la imagen corporativa de Vorkwerk para que sus productos parezcan primos hermanos de la Thermomix, está haciendo un juego de palabras en su campaña de crowdfunding. La clave está en la palabra decompose.
Hay que mirar siempre todas las definiciones del diccionario. Aunque decompose se puede traducir al español como ‘descomponer’, también significa ‘desintegrar’. Y es que para crear abono o compost, es necesaria una descomposición bioquímica de los restos orgánicos hasta convertirlos en humus. E-Bin hace únicamente proceso físico.
¿Cómo se hace compost?
Para descomponer los restos orgánicos en materia inorgánica que puedan asimilar las plantas fácilmente, hacen falta agua y descomponedores. No solo las famosas lombrices, sino también bacterias y otros microorganismos. Las setas y las cochinillas también son descomponedores.
Estos organismos necesitan un nivel de humedad alto y una temperatura idónea para procesar todos nutrientes y convertirlos en cadenas más simples. Para ello, también necesitan de carbono (materia vegetal seca) y nitrógeno (por ejemplo, el estiércol de los rumiantes).
La e-Bin, al deshidratar y esterilizar los restos orgánicos, no los está descomponiendo más allá de reducirlos en volumen. Es más, ha destruido con la radiación UV los organismos que descomponen los alimentos. A no ser que se rehidrate y añada microorganismos externos, el producto resultante de la e-Bin no es abono adecuado para ninguna planta.
¿Compensa comprar la e-Bin?
Es tentador. A todos nos da pereza bajar a tirar la basura, es una operación para la que no estamos diseñados los seres humanos. Pero claro, la e-Bin no es barata. Tiene un precio mínimo de 300 dólares y necesita utilizar un filtro de carbono desechable al mes que vale 13 dólares. Vamos, que ni es barato, ni es ecológico.
Seguiremos esperando la vermicompostera electrónica. Por ahora sale más barato comprarse una bata de seda con zapatillas a juego para ir bien guapo a bajar la basura cada noche.