Perder todo tu equipo fotográfico puede llegar a ser muy doloroso, pero no tanto como perder todo el trabajo que has realizado durante los últimos 25 años. Eso es lo que le ha ocurrido a un fotógrafo en Eslovaquia y deberías aprender algo al respecto de tal fatídico accidente.
Una pérdida irreparable en cuestión de minutos
Martin Machaj es un fotógrafo que vive en Eslovaquia y que lamentablemente no va a poder olvidar lo que le ocurrió hace poco. Y es que un incendio devastador en el apartamento donde se encontraba también su estudio fotográfico acabó con todo su material.
Así, tal y como el mismo cuenta, de buenas a primeras vio reducido a cenizas todo su equipo. Cámaras, ordenadores, discos duros,… todo en cuestión de unos pocos minutos se perdió sin que pudiese hacer nada. Afortunadamente no hubo que lamentar la pérdida de ninguna persona, pero sí una que seguramente le va a torturar durante años más allá de lo puramente material: su trabajo de los últimos 25 años.
A pesar de la cuantía que supone perder cámaras profesionales de Canon, respaldos digitales Phase One de Hasselblad, objetivos, ordenadores, etc., lo peor de todo es que también perdió todas las fotografías que había realizado cuando comenzó su trabajo como fotógrafo en el año 1995 en París.
Y es que las diferentes copias digitales las tenía en una misma ubicación: su estudio. Algo que no sólo le ocurre a Machaj, muchos fotógrafos tanto profesionales como aficionados vuelcan y guardan todas sus fotos y archivos digitales en un mismo lugar. De modo que si ocurren desgracias como estas, por muy infrecuentes que suelan ser, se pierde todo.
No obstante, como decíamos, la pérdida del trabajo seguro que le hace dar muchas vueltas a la cabeza de por qué no se planteó un mejor sistema de copias de seguridad, pero por fortuna ni él ni ninguna persona cerca a él ni sus mascotas sufrieron daño.
Las copias de seguridad y la regla del 3-2-1
Experiencias como esta de Martín Machaj son las que desgraciadamente nos hacen pensar cómo estamos realizando nuestras copias de seguridad. Más aún ahora que la mayoría de nuestra vida es digital.
Desde luego cada usuario tiene sus propias manías a la hora de llevarlas a cabo y, también, métodos que pueden ser los habituales o específicos según sus propias necesidades. Es más, algunos podríamos decir que incluso se pasan y llevan al extremo la idea de proteger su material.
No obstante, una forma muy popular a la hora de realizar una copia de seguridad es la metodología del 3-2-1. ¿Qué significa exactamente? Pues es muy fácil de explicar.
- Para empezar tus datos tienen que estar triplicados, de ahí el primer 3. Es decir, debe haber la copia original y dos adicionales por cada archivo importante que quieras conservar siempre
- El 2 lo que viene a significar es que dos de estas copias han de estar en soportes diferentes. Eso significa usar discos duros y, por ejemplo, CD o DVD. Aunque por volumen esto no es lo más habitual y bastaría con otra unidad de almacenamiento que cada cierto tiempo se revisaría para evitar que fallos mecánicos o de las memorias flash en caso de ser unidades SSD pudiesen acarrear la pérdida irrecuperable
- Y por último, el 1 es la clave y donde falló Machaj, una copia de seguridad tiene que estar en otra ubicación para que en caso de desastre tipo incendios, inundaciones, etc., no se pierda nada
Como ves, realmente no es nada complicado llevar a cabo este tipo de copias de seguridad. Menos aún hoy en día donde hay diferentes tipos de almacenamientos que se adaptan a las necesidades de cada usuario. Por ejemplo, dentro de la categoría NAS hay diferentes modelos que por prestaciones y precios cubrirán las necesidades de un tipo de usuario u otro.
Nosotros hemos analizado modelos interesantes como el Asustor Drivestor AS3302T, modelo de entrada muy interesante para copias de seguridad. O bien el Asustor Lockstor 2 AS6602T o Asustor Nimbustor 2 también del mismo fabricante y con prestaciones ambos de más alta gama. Pero no son los únicos, Synology tiene un gran variedad de NAS para todo tipo de necesidades.