El proyecto del iPad con pantalla flexible de Apple avanza, pero lo hace con calma. Las últimas informaciones de fuentes como Bloomberg apuntan a que el dispositivo no está listo para su estreno comercial, según reportes sobre el freno del desarrollo y que su llegada se pospone más de lo previsto.
Hablamos de un equipo de gran formato con ambición de hÃbrido entre tablet y portátil, cuya ventana de lanzamiento se aleja. El modelo plegable, con panel de aproximadamente 18 pulgadas, necesitarÃa más tiempo para resolver peso, bisagra y calidad del pliegue antes de alcanzar los estándares de la marca.
Un proyecto ambicioso que se aplaza
Apple trabaja en un concepto que se cerrarÃa como un portátil de 13 pulgadas, sin pantalla exterior adicional, priorizando un lienzo interno continuo de gran tamaño. Aunque se debate su encaje final en la gama, la idea es un dispositivo a medio camino entre iPad y Mac, con foco en productividad y multitarea.
El desarrollo se describe como más complejo de lo esperado. Internamente se manejarÃa un nombre en clave J312, y la hoja de ruta habrÃa pasado de la diana oficiosa de 2028 a un horizonte más lejano, marcando un cambio de ritmo dentro de los planes de producto.

Peso y pliegue, los grandes escollos
Los prototipos rondarÃan los 1,6 kilos (3,5 libras), una cifra elevada para una tablet que aspira a competir en movilidad con portátiles ligeros. El reto es recortar gramos sin comprometer la rigidez del chasis ni la estabilidad del mecanismo de bisagra.
El otro frente crÃtico está en el panel: Apple persigue una curvatura prácticamente invisible al plegar, de la mano de Samsung Display. Conseguir un pliegue limpio y uniforme en un tamaño tan grande exige innovaciones en materiales, capas protectoras y diseño de bisagra.
Este esfuerzo se traduce en complejidad de fabricación y controles de calidad más estrictos, lo que prolonga el calendario. La prioridad es evitar defectos visibles y asegurar la durabilidad antes de escalar la producción.
Para acotar los puntos clave del trabajo en curso, los objetivos pasan por: reducir el peso total, minimizar la marca del pliegue y garantizar una bisagra fiable con el paso del tiempo.

Precio y posicionamiento en la gama
Las estimaciones sitúan el modelo plegable en torno a 3.900 dólares, aproximadamente tres veces el precio de partida del iPad Pro de 13 pulgadas. Ese salto responde al coste de un panel OLED flexible de gran formato, la ingenierÃa de la bisagra y el proceso de validación.
Trasladado a Europa, la cifra podrÃa escalar por impuestos y distribución, situándose potencialmente por encima de los 4.000 euros en paÃses como España, dependiendo de la configuración y la fiscalidad vigente.
Calendario y hoja de ruta
La ventana que se barajaba para 2028 ya no encaja con el estado del desarrollo y se coloca el lanzamiento no antes de 2029. La compañÃa prioriza cerrar los frentes de peso, pliegue y fiabilidad, incluso si eso implica alargar los plazos.
Dentro de la estrategia general, es posible que un iPhone plegable llegue antes al escaparate, aprovechando que su formato más compacto reduce algunos riesgos técnicos frente a un panel de 18 pulgadas.
Diseño y experiencia de uso
Cuando está cerrado, el dispositivo recuerda a un portátil estilizado en aluminio, sin pantalla secundaria. Abierto, ofrece un área de trabajo amplia pensada para dividir vistas, editar contenido y aprovechar gestos y lápiz.
Apple explora soluciones como una retroalimentación háptica para simular tecleo en la zona inferior de la pantalla y accesorios de nueva generación —por ejemplo, un teclado tipo folio magnético— para acompañar a un equipo sin teclado fÃsico integrado.
Competencia y contexto del mercado
En el segmento de grandes pantallas plegables ya hay propuestas de referencia. El MateBook Fold de Huawei (18 pulgadas) sirve de espejo en tamaño y enfoque, con un precio que rondó los 3.400 dólares en su mercado y un peso inferior al de los prototipos de Apple, según las comparativas internas.
La estrategia de Cupertino es más conservadora: evitar compromisos en calidad de pliegue, materiales y bisagra, aunque eso suponga llegar más tarde y con un PVP más alto. El desafÃo está en cuadrar usabilidad, coste y fiabilidad a largo plazo.
Impacto para España y Europa
Para los usuarios europeos, el retraso significa esperar más por un formato que podrÃa reconfigurar el trabajo móvil. Si el precio global se confirma, en España el modelo plegable se moverÃa en una franja claramente premium, con un PVP final condicionado por IVA y configuración de almacenamiento.
Profesionales creativos, desarrolladores y perfiles que ya exprimen el iPad Pro serÃan los primeros candidatos, siempre que el dispositivo aporte productividad real frente a un portátil tradicional y mejore el flujo de trabajo sobre una tablet convencional.
A dÃa de hoy, todo apunta a que el iPad plegable de Apple tendrá que cocerse un poco más: no debutarÃa antes de 2029, apunta a una pantalla de unas 18 pulgadas, busca rebajar un peso cercano a 1,6 kilos y llegar con un pliegue casi invisible; si a ello sumamos un precio estimado próximo a 3.900 dólares y un enfoque sin pantalla externa, el reto está en convertir esa ingenierÃa en una experiencia sólida que convenza en Europa y, especialmente, en el exigente mercado español.