Acaba de ser presentado, pero nosotros ya llevamos unos días probándolo. El nuevo y potente GT3 de realme se ha vestido de largo en la Mobile World Congress 2023 para deleite de muchos fans de la marca, irrumpiendo en el panorama de telefonía con una ficha interesante, un acabado cuanto menos reseñable y una carga ultra rápida que no te dejará indiferente. No vamos a aburrirte con laaaargos textos sobre todas sus obras y milagros; en su lugar, vamos a contarte las 3 datos claves que deberías saber (y más deberían importante) de este nuevo smartphone androide. Toma nota.
Un diseño bastante diferente
Sabemos que con los modelos plegables el concepto de «diseño diferente» ha dado un nuevo salto, pero si nos atendemos al formato clásico, este GT3 luce un chasis bastante resultón. La culpa la tiene su parte trasera, concretamente la zona superior en la que además de emplazarse dos enormes lentes, se puede encontrar un vidrio negro transparente bajo el que se coloca un chip Snapdragon 8+ Gen 1 a la vista de todos. También queda visible el NFC e incluso la tornillería, en el mismo y profundo color negro. Entre medias se dibuja una línea luminosa que se encenderá en diferentes colores según tus preferencias o cuando se está cargando, para mostrar su capacidad: parpadeo rojo cuando está a menos del 20%; parpadeo morado del 21% al 99%; y morado fijo una vez llenada su batería al completo.
El mismo vidrio pero con un acabado totalmente diferente es el que viste el resto de la espalda, donde cuenta con una terminación mate súper pulida increíblemente agradable al tacto -a algunas manos puede resultar hasta algo resbaladizo con tanta suavidad.
Es además un smartphone relativamente estrecho y de agarre cómodo, con una altura que quizás resulte demasiada para manejarlo con una sola mano (especialmente si es más bien pequeña).
Carga de infarto con adaptador de 240W
La batería del GT3 es uno de los aspectos más cuidados por realme, por no decir su elemento estrella. Bueno, aunque más que su autonomía, habría que hablar de la carga de dicha batería. El teléfono apuesta por un módulo de 4.600 mAh y se atreve con un imponente adaptador de 240W que otorga al terminal la carga SuperVOOC con asistente inteligente. Eso significa que detectará perfectamente cuando estás en una situación en la que necesitas cargar tu teléfono rápidamente (básicamente cuando esté con un porcentaje muy bajo, vaya), metiendo un chute extra de rapidez. Es una auténtica locura verlo en directo. De hecho, en el tiempo de pensar y escribir este único párrafo (han sido pocos minutos), la batería ha pasado del 17% al 37%. Muy bestia.
¿Lo malo? Que el teléfono se calienta ligeramente -menos de lo esperado, todo haya que decirlo- y que para disfrutar de esto tendrás que llevar contigo siempre su querido adaptador, cuyo volumen es algo más grande y pesado de lo habitual. Nada dramático, pero tampoco tan manejable como otros muchos adaptadores que puedes guardar casi en cualquier lado. Es el precio de no querer esperar -por cierto, la batería en el tiempo en que has tardado en leer esto ya va por el 57%.
Un precio más elevado de lo habitual
La tecnología se paga y por mucho que realme haya ajustado en otras ocasiones bastante sus costes, esta vez la cosa no es tan favorable para nuestros bolsillos. De hecho, hace apenas unas 3 semanas, el fabricante lanzó un equipo bastante interesante en relación prestaciones/precio (nos referimos al realme 10), posiblemente para paliar un poco la cifra de su nueva bestia parda.
Y es que el realme planta el precio de partida de su equipo en los 649 dólares -aún nos falta confirmación en España- para su configuración de 8 GB + 128 GB de almacenamiento y a partir de ahí irá subiendo para el resto de versiones (hay una con 16 GB y 1 TB, ojo).
Un auténtico alta gama (que viene con pantalla AMOLED de 6,74″ y refresco a 144 GHz, sistema de refrigeración Steel Vapor Cooling System Max 2.0 y tres cámaras traseras de 50, 8 y 2 MP) que está dispuesto a competir en las grandes ligas.