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Magnate, filántropo, influencer y troll a tiempo completo
Elon Musk es conocido en el mundillo de las finanzas como un ser capaz de aumentar el precio de cualquier criptodivisa a golpe de tuit. Pero muchos olvidan que Musk tiene también dentro de sí mismo un malvado villano. Del mismo modo que puede conseguir que te forres con Dogecoin o Shiba Inu, puede lograr que te arruines en menos de 280 caracteres.
El pasado sábado, el magnate sudafricano publicó una encuesta en Twitter. «¿Debo vender el 10% de mis acciones de Tesla?». El 58% votó que sí. El resultado fue que este lunes, Tesla (TSLA en el NASDAQ) cayó casi un 5% en bolsa.
¿Qué animó a Elon Musk a hacer esa encuesta?
Pero no, Elon tenía su pequeña parte de razón para hacer todo esto. El contexto de toda esta historia proviene de una propuesta del senador demócrata Ron Wyden. Éste dejó caer que las inversiones con ganancias no realizadas son en realidad una forma de evadir impuestos -una afirmación totalmente desafortunada, dicho sea de paso, ya que comprar y retener valor es parte el espíritu de la bolsa desde hace siglos-.
Tanto en Estados Unidos como en cualquier país, el gravamen de impuestos de una inversión se realiza únicamente cuando la operación se cierra, es decir, cuando se vende. Wyden propuso cobrar impuestos anuales a los poseedores de acciones, aunque no cierren sus posiciones en el mercado. Y eso cabreó bastante a Elon Musk.
El efecto mariposa
Las consecuencias del tuit fueron bastante evidentes. Ante el pulso realizado por el senador, Musk se mostró más vacilón y no dudó en proponer quitarse un 10% de sus acciones. Probablemente para demostrar que no tiene problemas para pagar impuestos con la normativa vigente.
Much is made lately of unrealized gains being a means of tax avoidance, so I propose selling 10% of my Tesla stock.
Do you support this?
— Elon Musk (@elonmusk) November 6, 2021
Pero el daño ya estaba hecho. Ante la posibilidad de que un pez gordo como Elon soltase tantas acciones de golpe, muchos inversores decidieron protegerse y vender antes de que pudiese desplomarse el precio de las acciones de Tesla. Una profecía que se autocumplió, ya que Elon seguramente no vendió nada, pero la cotización de la acción se fue cuesta abajo y sin frenos.
Elon Musk + Twitter = Polémica
No es la primera vez que Elon Musk protagoniza una historia polémica que relaciona su alta influencia en Twitter con un desplome o alza de los precios en los mercados.
En agosto de 2018, Elon fue forzado a dejar la presidencia de Tesla cuando insinuó en Twitter que podía sacar a Tesla de la bolsa. A pesar de ello, pudo luchar para mantener su puesto como CEO de la compañía de los coches eléctricos.
Recientemente este 2021 se mostraba como el influencer definitivo del Bitcoin. Primero hizo público que Tesla había invertido en Bitcoin y luego aceptó este medio de pago para sus vehículos. Pero unas pocas semanas más tarde, el empresario retiró esta forma de pago y comenzó a despotricar sobre la contaminación y consumo energético que se esconde tras la moneda de Satoshi Nakamoto. Se inició entonces un desplome en el precio de la moneda que ha tardado casi 6 meses en recuperarse.
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