La Unión Europea se enfrenta a uno de los grandes debates tecnológicos de la próxima década: la posibilidad de poner en marcha su propia red social europea, así como buscadores y servicios en la nube desarrollados y gestionados desde el propio continente. Reducir la dependencia de las grandes firmas estadounidenses como Google, Microsoft, Meta o Amazon, y ganar terreno en la soberanía tecnológica y en la gestión de datos, es el objetivo principal.
Este planteamiento cobra fuerza tras las declaraciones de Marc Murtra, presidente de Telefónica, quien en un reciente foro organizado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) aseguró que Europa debe tomar medidas para adquirir mayor autonomía estratégica en tecnología y defensa. Murtra considera que la situación actual deja al continente en vulnerabilidad, ya que la mayoría de las herramientas digitales más relevantes nacen fuera de las fronteras europeas.
La urgencia de una red social propia en Europa
El presidente de Telefónica propone impulsar grandes conglomerados tecnológicos europeos que puedan competir con los titanes tecnológicos de Estados Unidos, China o India. En palabras de Murtra, mientras otras potencias cuentan con pocas pero potentes empresas digitales, en Europa la fragmentación predomina, con más de cuarenta compañías que no logran alcanzar la escala suficiente para liderar el sector.
La creación de una red social autóctona permitiría a Europa controlar mejor la interacción de sus ciudadanos y el acceso a la información pública. Esto es clave para preservar la privacidad y la gestión de datos personales según los estándares europeos. Además, destaca que el acceso a la tecnología en la nube y la propiedad de plataformas digitales son fundamentales para que la Unión Europea no solo actúe como consumidora, sino como generadora de innovación.
Dependencia tecnológica: el reto de los hiperescaladores
En su análisis, Murtra subraya que gran parte de los servicios en la nube en Europa dependen actualmente de empresas estadounidenses como Microsoft, Google o Amazon, lo que genera preocupación respecto a la localización y uso de los datos generados por ciudadanos y empresas europeas. Los datos europeos utilizados por firmas extranjeras no son compatibles con la aspiración de autonomía estratégica europea, advierte el directivo.
Este escenario evidencia la necesidad de invertir en la creación de servicios equivalentes en Europa, tanto en redes sociales como en motores de búsqueda y almacenamiento en la nube, para evitar una dependencia crítica en sectores estratégicos.
Capacidades y potencial de Europa para el liderazgo tecnológico
Murtra muestra optimismo respecto a las posibilidades de Europa, resaltando que otros países lograron desarrollar sus propias plataformas tecnológicas desde posiciones menos favorables. Europa cuenta con universidades de referencia, empresas competitivas, profesionales capacitados y un entorno regulatorio estable, que constituyen una base sólida para avanzar en este cambio.
Para lograrlo, es imprescindible modificar tanto la mentalidad como el marco normativo, fomentando la creación de grandes corporaciones paneuropeas que puedan competir a nivel global y consolidar su liderazgo tecnológico.
El papel de los reguladores y la colaboración público-privada
Además, Murtra destaca la importancia de la implicación de los reguladores europeos para diseñar políticas que faciliten la formación de estos “gigantes tecnológicos” y promuevan sinergias entre los diferentes actores del ecosistema digital europeo. Telefónica ya prepara un plan estratégico enfocado en estos desafíos, aunque subraya la necesidad de apoyo institucional a nivel europeo.
El debate sobre la creación de una red social europea y la soberanía tecnológica representa uno de los ámbitos clave donde se decidirá la autonomía y competitividad del continente a medio y largo plazo. La cuestión trasciende la tecnología, siendo también un asunto estratégico y político con impacto en la protección de datos, la privacidad ciudadana y la influencia en el desarrollo digital global.
Las declaraciones de Murtra han abierto el debate sobre la iniciativa tecnológica europea, situando en el centro la necesidad de combinar talento, recursos y voluntad política para que Europa no quede rezagada en la carrera digital internacional.