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Parece mentira que haya todavía gente idiota incapaz de darse cuenta de que sus acciones en redes sociales influyen a otras personas. Sean o no sean famosos, detrás de cada perfil hay un ser humano que, evidentemente, tiene un límite. El pobre Mikkelsen es un caso más entre muchos, y consideramos que es un tema que habría que visibilizar más, especialmente tras lo que ha ocurrido esta semana con Verónica Forqué, donde se ha destapado el acoso y la crueldad que muchos usuarios vertieron a la actriz en redes sociales durante su participación en MasterChef Celebrity.
Pete Davidson
Este joven actor estadounidense, conocido por su participación en el show Saturday Night Live, se vio forzado a eliminar su cuenta de Instagram en 2018, tras su romance con la cantante Ariana Grande. Al principio le quitó hierro al asunto, pero posteriormente confesó que entrar a su perfil y leer los comentarios que le escribía la gente le hacía sentir realmente mal, por lo que cortó por lo sano borrándose de la plataforma.
Ariana, por su parte, también desactivó su cuenta durante un tiempo, y comenzó a publicar únicamente en Snapchat durante una temporada.
Kelly Marie Tran
La actriz interpretó a Rose Tico en The Last Jedi, y decidió borrar su cuenta tras el lanzamiento de la película, cuando comenzó a recibir insultos racistas en sus comentarios.
Selena Gomez
Su cuenta de Instagram sigue activa, pero la actriz y cantante reconoce que borra la app constantemente de su móvil. Se obsesiona con los comentarios negativos, y es la única forma que tiene de desconectarse del acoso continuo que recibe.
Elizabeth Olsen
Olsen no era muy activa en Instagram. Cuando falleció Chadwick Boseman, la actriz no publicó nada en su cuenta. Probablemente, porque no la usaba. Una horda de abanderados del «Black Lives Matter» comenzaron a acosarla diciéndole barbaridades, historia que acabó con la cuenta de Instagram eliminada. Eso sí, la actriz no ha dicho jamás que borrara la cuenta por el acoso, ni se pronunció al respecto.
Daisy Ridley
Publicó un mensaje en 2016 en apoyo para controlar las armas en Estados Unidos, tras los episodios sufridos durante una masacre. Lo que ocurrió a continuación no te sorprenderá: un montón de tarados comenzaron a acosarle día tras día. Ridley borró su Instagram. Poco después, hizo unas declaraciones a Glamour dejando claro que no está dispuesta a afrontar ese tipo de bullying por defender sus creencias.
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