
Meta ha confirmado un cambio relevante en cómo personaliza el contenido y la publicidad en sus plataformas. A partir de ahora, las interacciones con su asistente, Meta AI, formarán parte del sistema que decide qué ves en el feed, qué publicaciones se te recomiendan y qué anuncios aparecen.
La compañía lo presenta como una forma de que cada persona reciba resultados más afinados a sus intereses y menos ruido. Eso incluye conversaciones por texto y por voz con Meta AI en Facebook e Instagram, y en determinados supuestos también en WhatsApp, con pautas específicas según cómo tengas configurado el Centro de Cuentas.
¿Qué cambia exactamente?
En esencia, las charlas con Meta AI pasarán a ser una señal adicional, al mismo nivel que un me gusta, comentar o seguir una página. Si preguntas por rutas de montaña o muestras interés por senderismo, el sistema podría enseñarte grupos afines, publicaciones relacionadas o anuncios de equipamiento.
Meta remarca que no usará las conversaciones que traten categorías sensibles (religion, salud, orientación sexual, opiniones políticas, origen racial o étnico, creencias filosóficas o afiliación sindical) para segmentar anuncios. Esa parte queda fuera del ajuste publicitario.
La información podrá combinarse entre servicios cuando tus perfiles estén enlazados en el Centro de Cuentas. Es decir, una interacción con Meta AI en Instagram podría influir en lo que ves en Facebook, y viceversa, siempre que esas cuentas estén conectadas.
En WhatsApp hay matices: si no vinculas tu cuenta al Centro de Cuentas, las charlas con Meta AI en la app de mensajería no se usarán para personalizar experiencias en otros productos. Además, Meta indica que el cifrado de extremo a extremo de los mensajes entre usuarios permanece intacto.
Según la propia compañía, más de mil millones de personas utilizan ya herramientas de IA de Meta cada mes, una escala con la que justifican este ajuste para afinar recomendaciones.

Cuándo se activa y dónde
Meta empezará a avisar con antelación mediante notificaciones y correos a partir de la semana del 7 de octubre. El uso de las conversaciones con la IA para ajustar anuncios y contenido se aplicará de forma general desde el 16 de diciembre en la mayoría de países.
Hay excepciones geográficas. Este despliegue no se activará por ahora en la Unión Europea ni en Corea del Sur debido a sus marcos regulatorios. En el Reino Unido, la compañía prevé un calendario diferente al del resto de regiones.
La exclusión temporal en estos territorios responde a normativas de protección de datos más estrictas, que exigen salvaguardas adicionales y procesos de consentimiento específicos.
Fuera de esas zonas, el cambio se aplicará en las apps principales de la compañía, con impacto directo sobre la forma en que se decide qué ves y cuándo lo ves en Instagram y Facebook.

¿Tendrás control sobre esta función?
No existe una opción para impedir que las conversaciones con Meta AI influyan en la personalización si decides usar el asistente. Lo que sí puedes hacer es modular el tipo de anuncios y temas que te interesan desde los ajustes de publicidad de Facebook e Instagram.
Si tus cuentas están unidas en el Centro de Cuentas, Meta podrá aprovechar lo que hagas con la IA en una app para afinar lo que te enseña en otra. Sin ese vínculo, la información no se cruza entre servicios, especialmente en el caso de WhatsApp.
Para reducir la huella, hay pasos prácticos: interactúa lo menos posible con el chatbot, silencia o archiva su hilo para que no te invite a conversar, revisa periódicamente tus preferencias de anuncios y limita el uso de datos de actividad fuera de Meta (disponible en los ajustes de Facebook).
En WhatsApp, evita iniciar chats con el asistente o emplear comandos como @Meta AI si no quieres que esas interacciones cuenten. Recuerda: los mensajes entre usuarios siguen cifrados de extremo a extremo, y solo las conversaciones con la IA se consideran para personalización.

Implicaciones y debate
El movimiento refuerza el uso de señales en tiempo real para ajustar el feed y la publicidad, algo alineado con un modelo de negocio cuyo grueso de ingresos procede de los anunciantes. La línea entre asistente útil y herramienta de segmentación se vuelve, para algunos, más difusa.
La compañía defiende que así aumentará la probabilidad de que veas contenido relevante y se reduzca lo irrelevante. Críticos, por su parte, recuerdan que el contexto de la conversación con una IA puede revelar aspectos personales que van más allá de un simple like.
Quedan zonas grises por aclarar, como el alcance de las menciones a la IA en chats grupales frente a conversaciones directas con el asistente. En su comunicación, Meta subraya el foco en las interacciones con Meta AI y la exclusión de temas sensibles, pero el despliegue práctico marcará los límites reales.
Al margen de las dudas, el plan de avisos previos, la fecha de entrada en vigor y las excepciones regulatorias dejan claro el nuevo rumbo: cuanto más uses el asistente, más se ajustarán las recomendaciones y anuncios a lo que hablas con él.
Con este cambio, Meta busca una experiencia más ajustada a cada usuario, manteniendo ciertos frenos en materia sensible y opciones para moldear la publicidad. La clave estará en cómo cada persona gestiona su interacción con la IA y en el grado de transparencia que ofrezca la plataforma sobre ese procesamiento.