El acceso de los menores a Internet y a servicios digitales centra gran parte de las preocupaciones en Europa. En los últimos meses, Meta ha manifestado de forma pública su apoyo a la instauración de una mayoría de edad digital común para todos los países de la Unión Europea. Esta propuesta, que resurge con fuerza en el semestre de presidencia danesa en el Consejo de la UE, busca establecer límites claros para que los menores requieran el consentimiento de sus padres antes de acceder a redes sociales u otras plataformas online.
La cuestión no es nueva, pero sí ha cobrado relevancia ante la creciente presión de gobiernos como el de España y Francia, que junto a otras naciones han solicitado acciones más contundentes para proteger a los menores en el entorno digital. Meta coincide en la necesidad de implementar mecanismos eficaces de verificación de edad, aunque sostiene que la restricción no debe limitarse a las redes sociales, sino ampliarse a todo tipo de aplicaciones: desde plataformas de mensajería y videojuegos hasta servicios de streaming y navegación web.
Un enfoque global que incluye a padres, gobiernos y tecnológicas
Meta enfatiza la importancia de que los padres tengan la autoridad para decidir qué aplicaciones pueden usar sus hijos. Según un estudio realizado por Morning Consult para la compañía, el 75% de los progenitores europeos apoya que el consentimiento parental sea imprescindible para la descarga de aplicaciones por parte de menores.
Por otra parte, Meta destaca que la responsabilidad de verificar la edad debería recaer en las tiendas de aplicaciones y los sistemas operativos — como Apple y Google—, ya que esto facilitaría establecer un control centralizado que abarque todos los servicios digitales, simplificando así la tarea de los padres y evitando que los adolescentes recurran a alternativas menos seguras fuera del control regulatorio.
En España, la nueva ley para la protección de los menores en entornos digitales avanza en esa línea, promoviendo que todos los dispositivos tengan controles parentales integrados. Sin embargo, en el debate se mantienen matices: mientras que en la mayoría de países europeos se plantea fijar la mayoría de edad digital en los 16 años, España e Italia optan por equiparla a la edad legal de 18 años.
Cuentas adolescentes y experiencias de protección
Meta ha puesto en marcha herramientas como las cuentas adolescentes en Instagram, que permiten a los padres supervisar la actividad de sus hijos en la red. Actualmente, se han registrado 54 millones de estas cuentas con control parental, y un dato relevante es que el 94% de los jóvenes mantiene la protección voluntariamente hasta alcanzar la mayoría de edad digital.
La postura de Meta es clara: el control parental debe ser fundamental en cualquier iniciativa reguladora, ya que las prohibiciones gubernamentales no resultan efectivas y podrían limitar el poder de decisión de las familias, además de no cubrir toda la gama de plataformas y servicios que utilizan los menores.
La empresa considera que una verificación de edad fiable en todos los servicios online es imprescindible, preferentemente a nivel de tiendas de aplicaciones o sistemas operativos, con la colaboración de las grandes tecnológicas.
Perspectivas de otras empresas y el contexto europeo
Google, que administra tanto la tienda de aplicaciones como los sistemas operativos, sostiene que la responsabilidad debe compartirse entre las tiendas, los desarrolladores y las familias. Recientemente, ha implementado nuevas herramientas en la Unión Europea para verificar la edad de forma segura, como la tecnología Credential Manager, que prioriza la privacidad y la protección en la identificación de menores.
Aunque los enfoques diferencian, la tendencia europea apunta hacia una regulación conjunta: establecimiento de una mayoría de edad digital clara, verificaciones centralizadas y un mayor protagonismo de los padres y tutores en decidir el acceso online de sus hijos.
El uso excesivo de dispositivos por parte de los niños sigue generando inquietud. Estudios recientes indican que el 42% de los niños en España utiliza el móvil antes de los 8 años, y en general, acceden a Internet desde edades muy tempranas. Además, más de la mitad de los menores muestran síntomas de ansiedad o irritabilidad cuando se limita su tiempo en pantalla, lo que refuerza la necesidad de soluciones eficaces.
El uso intensivo aumenta con la edad, llegando a que el 93% de los adolescentes entre 15 y 17 años dedica al menos una hora diaria a actividades digitales de ocio. Según el I Observatorio de Hábitos Digitales en menores, elaborado por SaveFamily, más del 50% de los padres considera que la tecnología tiene efectos emocionales significativos en sus hijos.
Las familias españolas respaldan medidas como restringir el uso de móviles en los colegios, limitar el acceso a redes sociales para menores y reforzar los controles parentales. La evidencia científica y la preocupación social refuerzan la importancia de establecer regulaciones que protejan su bienestar digital.
El avance en el diálogo europeo sugiere que una mayoría de edad digital en Meta podría establecerse pronto, promoviendo un modelo basado en la colaboración entre gobiernos, empresas tecnológicas y familias para garantizar un entorno online seguro, saludable y adaptado a la edad de los menores.