La estrategia de Xbox ha dado un giro notable: sus grandes franquicias ya no vivirán solo en su consola y el desembarco de Halo en PlayStation 5 es la muestra más visible. Desde la cúpula directiva se insiste en que la batalla real no es contra otra máquina, sino contra el entretenimiento que se lleva nuestro tiempo libre, con TikTok y las películas como referencias constantes.
El mensaje lo ha verbalizado Matt Booty, presidente de contenido de Xbox, en una entrevista en la que remarca que el objetivo es “llegar a la gente donde está”. Este paso encaja con un mercado europeo cada vez más fragmentado por plataformas, redes sociales y streaming, donde la atención del usuario es el recurso escaso que marca el negocio.
Para Xbox, el rival ya no es otra consola

Matt Booty sostiene que la competencia de Xbox se mide contra todo lo que captura ocio, desde redes sociales como TikTok hasta el cine. Ya no se trata solo de vender hardware frente a PlayStation o Nintendo: el reto es que el jugador elija un juego en lugar de un vídeo corto o una película.
De ahí el giro que vive la marca: más presencia en otros sistemas y un ecosistema abierto que integre PC, nube y consolas ajenas cuando tenga sentido. La idea es clara: si el público pasa su tiempo en plataformas variadas, los juegos de Xbox también deben estar ahí.
El movimiento se traduce en que franquicias históricas han cruzado de acera. Además de Halo, obras como Forza Horizon 5, Gears of War: Reloaded, Indiana Jones and the Great Circle, Grounded o Sea of Thieves han salido (o están saliendo) de su jardín propio para buscar más públicos.
Este plan no implica renunciar al hardware: Xbox reitera que seguirá en el negocio de consolas y que ya trabaja en la próxima generación. La diferencia es que la exclusiva permanente deja paso a lanzamientos que, en muchos casos, alcanzan a más plataformas con tal de maximizar alcance y ventas.
En Europa y España, donde PlayStation cuenta con una base muy asentada, la apertura de Xbox acerca sus sagas a jugadores que nunca tuvieron una Series X|S. La compañía confía en que esa visibilidad también nutra servicios como Game Pass y su juego en la nube.
Reacciones y debate entre jugadores

La declaración de intenciones ha generado un debate encendido en redes. Una parte de la comunidad acusa a Xbox de diluir su identidad al abandonar exclusivas que definían a la marca; otra valora que más usuarios puedan acceder a sus juegos sin importar la consola.
Entre las críticas más repetidas aparece la comunicación errática de los últimos meses: anuncios por fases, cambios de rumbo y mensajes que algunos perciben como excusas por los resultados en el mercado de hardware. Aun así, hay quien ve lógica en que la “guerra” sea por la atención, no por la máquina.
En España, comunidades activas en X y TikTok han amplificado la discusión: ¿pierde fuerza la marca si comparte sus buques insignia? o, por el contrario, ¿se fortalece su catálogo al sumar más jugadores y ventas? El consenso no existe, pero sí una realidad: la conversación sobre Xbox es más amplia que nunca.
Lo que sí parece asentarse es que el éxito se medirá en jugadores y horas, no solo en consolas vendidas. Esa métrica casa mejor con un entorno en el que un vídeo viral o un estreno en cines compiten, minuto a minuto, con una partida.
Halo en PS5, símbolo del nuevo rumbo

El anuncio de Halo: Campaign Evolved para PlayStation 5 certifica el cambio. Se trata de un remake del clásico Halo: Combat Evolved con mejoras técnicas de nueva generación —gráficos en 4K, controles modernizados y nuevo modo cooperativo en línea para cuatro jugadores— y sin el multijugador original.
Más allá del estreno, desde el equipo de la saga se deja caer que Halo seguirá presente en PlayStation en el futuro, reforzando la lectura de que el universo del Jefe Maestro busca crecer más allá del ecosistema Xbox.
Mientras tanto, otros títulos de la casa han tenido buenos resultados en PS5, empujando a Microsoft a mantener el pulso multiplataforma. La tesis es que más ventas en más sitios terminan alimentando toda la marca, incluido el propio ecosistema Xbox y sus servicios.
El contexto empresarial también influye: tras los despidos que afectaron a miles de empleados en Microsoft —incluidos equipos de Xbox como Bethesda o Turn 10—, Booty calificó la decisión de “difícil” pero vinculada a la gestión del negocio. En paralelo, se han introducido ajustes en Game Pass y en la orientación de los lanzamientos para encajar con este modelo.
La hoja de ruta de Xbox pone el foco en estar donde esté el jugador y en competir por su tiempo frente a redes y cine. La apertura de sus franquicias, con Halo a la cabeza, ordena ese relato: menos muro, más pantallas, con la atención como premio final.