Todos sabemos ya que, muchas veces, lo que vemos en pantalla es el resultado de una serie de decisiones que no tienen por qué ser las más fieles a la obra ya que tanto directores como productoras luchan por hacer valer su enfoque sobre acontecimientos y personajes. Y con La Casa del Dragón ocurre lo mismo, se han quedado fuera del montaje final secuencias que de haber sido utilizadas, ¿pensaríamos lo mismo de lo que, por ejemplo, sienten Rhaenyra o Alicent?
Dos escenas eliminadas… ¡reveladas!
Como os decimos se trata de algo habitual, rodar escenas que más tarde quedan fuera del metraje final, bien por razones de ahorro de tiempo, bien porque su inclusión no ayuda a comprender al personaje o añaden un matiz que es preferible no mostrar, así que hay que meter la tijera. Pero los problemas llegan luego, cuando se filtran o publican oficialmente y la mayoría de fans cree que hubiera sido una gran idea contar con ellas para ofrecer algo más de contexto.
Antes de seguir, recuerda que vamos a contar algunos hechos aparecidos en los primeros episodios de la serie, así que si no la has visto, te recomendamos no continuar. En esta ocasión la filtración de las dos escenas eliminadas del spin-off de la serie Juego de Tronos no se las debemos a un medio que ha dado con ellas sino al propio director, Greg Yaitanes, que las ha subido a su Instagram con forma de stories. Eso sí, mostrando solo unos pocos fotogramas de cada una para ilustrar lo que ocurre en ellas.
Estas dos escenas tienen como protagonistas a Rhaenyra Targaryen y Alicent, la primera hija del rey Viserys I y la otra su segunda esposa y por tanto madrastra de la que fue su amiga de infancia y, al tiempo, descendiente de la Mano del monarca. Sí, un pequeño lío pero si estás viendo La Casa del Dragón no tendrás la más mínima duda de los parentescos que hay y cómo la relación entre la heredera al trono y su madrastra no es precisamente la mejor del mundo… aunque parece que se está reconduciendo.
¿Qué nos cuentan esas secuencias?
En la primera de ellas podemos ver a Rhaenyra y Alicent en lo que parece un momento posterior a que el rey anuncie su compromiso con la hija de la Mano, por lo que se puede apreciar cuál es la reacción de la que en ese instante ha sido proclamada ya como princesa y, por tanto, heredera directa del Trono de Hierro. Y, como podéis comprobar, ese gesto de estar gritando no da la sensación de que signifique precisamente que acaba de experimentar una sensación de felicidad. Es más, la serie resuelve ese instante con una elipsis de dos años, por lo que nos perdemos esos detalles que marcan la relación de las dos.
Es más, la segunda sin embargo parece calmar las aguas, como si hubieran reconducido su relación un poquito más porque es posible ver a Rhaenyra ayudando a Alicent a ponerse el vestido de novia para una ceremonia que en el montaje final de La Casa del Dragón no pudimos ver, y que es muy significativa porque en el primer episodio ocurre justo al revés, la hija de la Mano es una doncella que ayuda a vestirse a la hija del rey.
Estaremos atentos al perfil de Greg Yaitanes por si sigue soltando píldoras así todos los días. ¿No os parece?