Todos tenemos en la memoria lo bien que nos lo pasamos y lo mucho que disfrutamos las ocho temporadas de Juego de Tronos, un relato áspero y duro que en ciertos momentos no dudaba en mostrarnos situaciones de violencia que resultaban especialmente desagradables para el espectador. Aunque en La Casa del Dragón, parece que las cosas van a cambiar.
La serie marcará unos límites
La Casa del Dragón supone el regreso del universo de Juego de Tronos ideado por George R.R. Martin en su libro Sangre y Fuego y que nos narra los acontecimientos ocurridos en Poniente 300 años en antes de lo que vimos en la serie original de HBO. De esta manera, el relato se centrará en los Targaryen, ya sabéis, los antecesores de Daenerys, la famosa «Madre de dragones» y que a medida que fueron pasando las temporadas, fue tomando un papel cada vez más relevante.
Pues bien, en aquel periplo del papel interpretado por Emilia Clarke había un detalle que no pasó desapercibido por los espectadores, y que fue tomado como una licencia muy necesaria para comprender las motivaciones del personaje, y es la violencia sexual y física a la que fue sometida y que, de alguna manera, condicionó las decisiones que más tarde tomaría. Sobre todo cuando ese dolor era infligido por los que consideraba como enemigos de su dinastía.
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Pues bien, en La Casa del Dragón todo ese sufrimiento que pudimos ver explícitamente en Juego de Tronos a través de las vivencias de Daenerys y otros personajes femeninos se va a terminar, ya que ni la violencia sexual ni física contra las mujeres e mostrarán en la nueva serie que estrena HBO Max el próximo 21 de agosto.
No lo verás, pero lo sentirás
Ha sido la guionista y productora ejecutiva de la serie para HBO, Sara Hess, la que ha aclarado esta decisión en una entrevista concedida a Vanity Fair. En ella confirma que en La Casa del Dragón «no representamos la violencia sexual. La dejamos fuera de la pantalla. En cambio, mostramos las consecuencias y el impacto en la víctima y [en este caso] la madre del perpetrador».
Es evidente que va a haber comparaciones con Juego de Tronos en lo que a esa crudeza se refiere, por eso Sara Hess afirma estar «enormemente orgullosa» de haber tomado esta decisión y de haber elegido enfocar «la violencia contra las mujeres como algo inherente a un sistema patriarcal” que se percibe constantemente dentro del relato que nos ofrece La Casa del Dragón.
Existen “muchas series históricas o basadas en hechos reales que idealizan a hombres poderosos en relaciones sexuales o matrimoniales con mujeres que, en realidad, no tenían la edad para dar su consentimiento. Incluso si estaban dispuestas a hacerlo. No podemos obviar el hecho de que nuestras protagonistas femeninas en la primera parte de La Casa del Dragón son coaccionadas y manipuladas para aceptar la voluntad de esos mismos hombres. Esto no los convierte necesariamente en violadores o abusadores, ya que por lo general se trata de adultos bienintencionados que no pueden ver que lo que hacen es algo traumático y represivo». Eso se debe, según la guionista, a que «el sistema en el que viven lo ha normalizado. Es menos evidente que una violación, pero igual de doloroso. […] En general, representar la violencia sexual como en Juego de Tronos es complicado”.
Y tú, ¿estás de acuerdo con la guionista de La Casa del Dragón?