Seguro que a estas alturas ya te has enterado del notición del mes: la famosa serie Westworld ha sido cancelada y no habrá una quinta temporada con la que dar cierre a su historia. Aunque la cancelación de un proyecto, generalmente, implica un ahorro importante de dinero para cualquier compañía, lo cierto es que en el caso de la ficción de HBO Max va a suponer igualmente un desembolso que oscila entre 10 y 15 millones de dólares. Ahí es nada.
A pesar de los bajos datos de audiencia, muchos confiaban en que HBO le daría un final digno a Westworld -así lo aseguran sus creadores siempre, apuntando que habría quinta temporada. No ocurrirá así. La plataforma de contenidos de Warner anunció hace apenas unos días que ponen punto y final a la trayectoria de esta serie sci-fi que tantas alegrías le dio en el pasado.
Una despedida por sorpresa
Que la audiencia de Westworld había caído estrepitosamente era un hecho que todos conocíamos. La serie creada por Jonathan Nolan y Lisa Joy arrancó con una primera temporada sobresaliente que nos dejó a todos con la boca abierta: un parque de atracciones inspirado en el salvaje oeste, especialmente pensado para adultos, en el que todos sus figurantes son humanoides (muy pero que muy reales) con inteligencia artificial. La idea suena genial hasta que compruebas que muchos visitantes aprovechan la asistencia a Westworld, que es como se llama el parque, para dar rienda suelta a sus deseos más oscuros y retorcidos (como violar, torturar o matar a gente).
Su season finale nos dejó con ganas de más y el arranque de la segunda temporada tampoco fue tan horrible (aunque sí más flojo que el anterior): los humanoides habían terminado cobrando «vida» y consciencia y se habían hartado de ser los muñecos de usar y tirar del parque por lo que inician su propia revolución. Aquí la serie ya mostró ciertos signos de cansancio (más bien de que tras el factor sorpresa de la primera entrega, no sabían bien en qué dirección tirar), pero lo peor llegó con la tercera temporada.
Esta última hizo que muchos fans se bajaran del carro -se incluye también quien escribe estas líneas-, por desarrollar una trama que se le había ido por completo de las manos a sus creadores. ¿El resultado? Una cuarta temporada que pocos esperaban con ilusión pero que igualmente llegó hace apenas unos meses para dar continuidad a la historia -para la que se había confirmado ya una quinta (y última) entrega.
Por todo ello y por lo que la serie representa (se trata de una de las series más costosas de la televisión que se había erigido, en cierta manera, como la encargada de recoger el testigo de éxito de Juego de Tronos), nunca esperábamos su cancelación. Esta sin embargo llegó este viernes y ha dejado a los fans literalmente abandonados y sin posibilidad de saber qué final iban a darle a su querida Westworld.
Los gastos continúan
Sin duda, esta cancelación no es más que el reflejo de que los números no han sido suficientes para el elevado coste de inversión que supone una serie como esta. Suele ser lo habitual en estos casos: el gasto es mayor al beneficio y eso implica cortar por lo sano antes de seguir perdiendo dinero. Sin embargo, en el caso de Westworld, no será exactamente así.
Como ya hemos indicado la quinta temporada ya estaba confirmada y planteada y eso supone que los contratos con los actores de la serie ya estaban firmados. Según Deadline, los protagonistas renovaron el año pasado, incluso antes de la emisión de la cuarta entrega -que se había retrasado por la pandemia- firmando un acuerdo de tipo pay-or-play. Este tipo de contrato garantiza el pago incluso si al final los capítulos, por la razón que sea, no se emiten o no se cuenta con dichos actores finalmente para el rodaje. Es un contrato arriesgado, sí, pero, por otro lado, no es tan raro en ese mundillo, siendo la mejor manera de asegurarse que un actor no se va a ir a otro proyecto (en especial si es alguien con mucho peso que sería muy complicado de reemplazar).
Se calcula que el salario del elenco principal (compuesto por Evan Rachel Wood, Thandie Newton, Jeffrey Wright, Ed Harris y Aaron Paul) debe sumar entre 10 y 15 millones de dólares, que HBO tendrá por tanto que pagar sí o sí.
Teniendo en cuenta que el presupuesto medio por episodio en la tercera temporada fue de 10 millones de dólares, se podría decir que 15 millones «no son nada». Aún así no deja de ser una cantidad dolorosa para una plataforma cuyo CEO declaró hace poco que «el gran experimento de crear algo a coste cero se ha acabado«.