Seguramente muchos de vosotros ya conozcáis el fenómeno de este Exploding Kittens, que apareció en 2016 con forma de videojuego para nuestros smartphones con iOS y Android y que más tarde tuvo una adaptación para Nintendo Switch. Una idea muy clara y sencilla, inspirada en esos card games que tanto abundan (Hearthstone, Gwen, etc.) y que va a dar el salto a Netflix donde va a protagonizar una nueva serie.
Llegan los gatos explosivos
Por si acaso no te has enterado, estos Exploding Kittens han comenzado a llegar ya al ecosistema de Netflix como uno de los juegos que tenemos de regalo al estar suscritos a la plataforma, dentro de las apps oficiales de iOS y Android. Así que podréis ir ensayando lo que más tarde veréis en la serie de televisión que ya preparan los norteamericanos y que seguirá los pasos de otras producciones de dibujos animados enfocados al público más adulto. Así que si queréis ponérsela a vuestros hijos, idos olvidando.
El caso es que la serie será una comedia, nos da que con un humor corrosivo, y que contará la historia de cómo Dios y el Diablo son enviados a la Tierra, solo que en esta ocasión adoptando el aspecto de dos gatos domesticados, de esos a los que les gusta tener dueño y que, por avatares de la vida, han visto crecer sus carnes de tanta felicidad y tranquilidad en la que viven. Aunque eso se va a quebrar cuando nos demos cuenta que van a empezar a «explotar gatitos».
De momento, al margen de la existencia del proyecto y que se estrenará en 2023 en Netflix, solo se conoce el elenco de voces que interpretarán a cada uno de los personajes de su versión original en inglés. Son Tom Ellis (Lucifer), Abraham Lim (The Boys), Lucy Liu (Elementary), Ally Maki (Toy Story 4), Mark Proksch (Lo que hacemos en las sombras) y Sasheer Zamata (Home Economics).
¿De qué va el juego de cartas?
Producto de un exitoso proceso de crownfunding allá por el año 2015, Exploding Kittens es un juego de cartas donde no es necesario ir confeccionando un mazo con el paso de las partidas sino que todo depende del azar del reparto y la mano que nos quede. Se distribuyen siete cartas para cada uno de los participantes (hasta cinco) y luego se añaden al taco del que vamos cogiendo en cada turno las de Exploding Kitties y desactivación. Las primeras hacen saltar por los aires al jugador que la coge, pero tiene la oportunidad de no morir si antes se ha hecho con una de desactivación.
Si no es el caso, ese jugador abandonará la partida y ganará el último que evite que les exploten gatitos en su mano. Un juego muy sencillo que del videojuego dio el salto a los modelos físicos de mesa, de verdad, y que con el paso del tiempo dio lugar a otras versiones como los Imploding Kitties, que en vez de explotar implosionan, lo que no deja de ser otra forma de morir mucho más cruel que la de la idea original.
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