5 pruebas que estamos deseando volver a ver en el nuevo Humor Amarillo

Humor Amarillo.

Seguramente sea uno de los programas más recordados de los comienzos de las televisiones privadas allá por los primeros años 90. Momento en el que aparecieron Telecinco, Antena 3 y Canal+, etc. Y fue precisamente en la cadena de Mediaset, donde un show extraño, japonés, se hacía un hueco en los corazones de los millones de espectadores que todas las semanas esperaban ansiosos nuevas entregas para ver lo mal que lo pasaban algunos de sus pobres participantes.

Humor amarillo con chistes españoles

Aquel programa, que en Japón se llamaba Takeshi’s Castle Project, llegó a nuestro país con el célebre título de Humor Amarillo y, quitando el desarrollo, los participantes y la concepción puramente nipona, todo lo demás que le impulsó hasta el éxito fue made in Spain. Concretamente su doblaje, con dos personas que son el alma de este programa y de muchas de las invenciones que tuvieron el acierto de plasmar en pantalla: Juan Herrera y Miguel Angel Coll en los 90. Aunque luego vinieron Fernando Costilla y Paco Bravo cuando el formato pasó a emitirse en Cuatro, ya iniciado el siglo XXI.

Humor Amarillo.

Gracias a ellos nos reímos de lo lindo con el chino Cudeiro que, por si no lo sabéis, era un nombre que se aplicaba a cualquier participante que vistiera una prenda de color rojo. ¿Razón?, se trataba de una broma interna en honor a uno de los realizadores del programa que se llamaba Miguel Ángel Cudeiro. Pero no fue el único nombre que triunfó: la tabla de planchar, los rodillos, Máximo Décimo Meridio y muchísimos más que son ya historia misma de la televisión en España.

Así que ante el reboot que prepara Prime Video, más allá del dinero que inviertan en la producción o lo divertidos que sean sus concursantes, se abre una inmensa incógnita para conocer exactamente quiénes se encargarán de locutar todo lo que ocurra en pantalla: ¿regresarán algunos de los que ya estuvieron en el programa? ¿Optarán por otro camino distinto? Para un formato en el que tenía tanto peso la locución en nuestro país, se nos antoja prácticamente necesario que esa parte la cuiden al máximo. ¿No os parece? Aunque más trascendental serán las pruebas que decidan rescatar de aquel formato emitido en España en los 90. ¿Queréis saber qué cinco pruebas queremos volver a ver?

Cruzar el río

Un río (o lo que fuera) y un montón de piedras puestas en medio para cruzarlas a toda velocidad. ¿Resultado? Piñazos épicos y chapuzones imposibles de unos concursantes que tenían que superar la prueba a la carrera. Sin detenerse.

La bola de Indiana Cudeiro

La famosa escena de En Busca del Arca Perdida tenía su réplica en Humor Amarillo y la verdad es que daba para echarse unas risas viendo cómo se molestaban unos a otros mientras los menos hábiles caían bajo el peso de la piedra que venía de lo alto de la rampa. Para partirse.

Los rodillos

Esta era una de las pruebas más divertidas de Humor Amarillo porque el primer paso del participante ya indicaba si iba a caerse estrepitosamente o no. Además de que estaban colocados a diferentes alturas, algunos rodaban en sentido contrario y eran un peligro tremendo. Especial recuerdo nos merece el «torito bravo» y el cacharrazo que se pegó en el primero de todos los rodillos.

La tabla de planchar

Unas tablas de surf que dan vueltas suspendidas a varios metros de altura sobre un lago y que pasan por obstáculos que los participantes deben esquivar. Saltando, agachándose o como quieran, pero el objetivo es mantenerse bien agarrados a la tabla de planchar y escapar.

El circuito de Hirohito

El último de los retos. Un circuito con peligros y obstáculos que los participantes deben completar. Una sucesión de actores disfrazados y pruebas absurdas que nos hacían reír de lo lindo. ¿O no?


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