La Raspberry Pi y el Arduino son dos placas muy populares entre la gente que hace proyectos de electrónica, así como en el terreno profesional. Cuando la gente se suele iniciar en el mundillo, una dura muy común es preguntarse cuál de las dos es mejor. Y lo cierto es que la Raspberry Pi y el Arduino son dos placas muy distintas. Por ese motivo, deberías utilizar una u otra en función del proyecto que tengas en mente. Si todavía no tienes claras sus diferencias, no te preocupes. En este post vamos a aclararte todas las dudas.
Raspberry y Arduino. ¿En qué se diferencian?
Solemos meter a la Raspberry y al Arduino en el mismo saco, pero lo cierto es que la mayoría de las veces, no sirven para lo mismo. Cada placa tiene sus propias ventajas y desventajas. El Arduino está orientado a la programación rápida y a la creación de prototipos de circuitos. Y, por otro lado, la Raspberry Pi nació como un pequeño ordenador de bajo coste cuyo objetivo era democratizar la programación informática, hasta tal punto de ofrecer informática para los más pequeños.
¿Para qué debería usar un Arduino?
Arduino fue desarrollado por Massimo Banzi y es una sencilla herramienta de creación de prototipos electrónicos con hardware y software de código abierto. Un Arduino no es más que una placa de desarrollo de microcontroladores con la que puedes controlar dispositivo. Con un Arduino puedes regular el flujo de agua de una tubería, hacer que unos LEDs se enciendan o hacer que se abra el alerón de un Fórmula 1.
Hay muchos modelos de Arduino, pero la placa más popular es la Arduino UNO. Está basada en el microcontrolador ATmega328P de Atmel. Las placas se programan en C y C++ mediante Arduino IDE, que es el kit que permite editar, programar y compilar programas para ella. En términos generales, Arduino es un producto más técnico que la Raspberry Pi. Si no sabes programar, Arduino pierde su gracia, pues no tendrás libertad para crear, sino más bien para adaptar las ideas de otros. Su popularidad se debe al código abierto, motivo por el que ingenieros de todo el mundo han adoptado esta tecnología.
¿Y para qué sirve la Raspberry Pi?
Desarrollada en Cambridge, la Raspberry Pi nació como un ordenador con hardware de teléfono móvil cuya misión era formar a personas en países en vías de desarrollo en materia de informática. Poner ordenadores en las aulas de estos países era demasiado caro, pero la Raspberry Pi cambió las cosas, pues es un ordenador completo que cabe en la palma de una mano y permite conectar todo tipo de periféricos.
Gracias a la Raspberry Pi, niños y jóvenes de todo el mundo han aprendido a manejar sistemas operativos y también a programar. La Pi Foundation no quiso limitar su producto a un territorio concreto, de ahí que muchas personas se lanzaran a comprar una de estas placas para hacer experimentos.
A pesar de su intención original, la Raspberry Pi original se hizo extremadamente popular entre la gente a la que le gusta el cacharreo. Muchos entusiastas la usaron para crear robots, desarrollar estaciones meteorológicas e incluso conectar cámaras de vigilancia. Poco después, con modelos más avanzados, el auge de la Raspberry Pi fue imparable. Hoy día, se usa para cualquier cosa, como puede ser crear un NAS, un Media Center para televisores o incluso hacer consolas portátiles. La Raspberry Pi tiene un público más amplio. No es necesario saber programar para poder hacer uso de una, y su ecosistema es tan variado que vas a poder fabricar casi cualquier dispositivo que imagines por un precio ridículo.