El pasado mes de octubre Dyson anunció que cancelaba y daba por finalizadas las labores de investigación y desarrollo de su futuro vehículo eléctrico. La conocida marca de aspiradoras se había embargado en un ambicioso proyecto que daría vida a un vehículo de gran autonomía que pretendía plantar cara a Tesla, sin embargo, las dificultades para hacerlo comercialmente viable lo llevaron a su desaparición. La pregunta que todo el mundo se hacía era, ¿qué diseño tenía?
Primeras imágenes del coche eléctrico de Dyson
Gracias a una entrevista realizada por el Sunday Times a James Dyson, hoy podemos conocer con total transparencia como lucía el vehículo que pretendía revolucionar los modelos eléctricos. Al parecer, el modelo tenía como nombre en clave la referencia N526, y contaba con un total de siete plazas. Lo más sorprendente quizás es que su autonomía tenía previsto alcanzar los 965 kilómetros, una cifra espectacular si tenemos en cuenta los números que se manejan hoy en día en la industria.
Una bestia sin descanso
Esta autonomía iba a ser posible gracias a unas nuevas baterías de estado sólido patentadas por la propia firma, las cuales podían mantener sus capacidades incluso en condiciones de bajas temperaturas (un contexto que reduce drásticamente el rendimiento de las mismas). Según Dyson, estas baterías serían capaces de mantener sus cifras en «condiciones de temperatura muy bajas, con el climatizador funcionando, circulando a 110 kilómetros por hora y con la radio a todo volumen».
Como podrás imaginar, son palabras bastante atrevidas, y aunque son fáciles de recitar ahora que el proyecto está cancelado, no dejarían de ser interesantes de comprobar teniendo en cuenta que un Model X de siete plazas se queda en los 505 kilómetros de autonomía máxima.
Todo eran maravillas
Además de contar con una autonomía incansable y un habitáculo de gran capacidad, el eléctrico de Dyson también contaba con una respuesta en potencia bastante llamativa. Y es que pesando 2,6 toneladas, el coche era capaz de alcanzar los 100 kilómetros por hora en sólo 4,8 segundos. Algo ligeramente más lento que el Model X, pero igualmente sorprendente. La velocidad máxima que podría alcanzar es de 200 kilómetros por hora, valores que eran posibles con la ayuda de dos motores eléctricos de 200 Kw con 536 CV y 480 libras-pie de torque.
¿Llegó a circular?
Sabiendo todos estos detalles lo más probable es que te estés preguntando si el vehículo salió a rodar en algún momento por las calles. Pues bien, James Dyson asegura que él mismo ha probado el vehículo, sin embargo, las pruebas se realizaron en un circuito cerrado y nunca en lugares públicos.
Si era tan bueno… ¿Por qué se canceló?
Teniendo en cuenta que el vehículo parecía ser toda una bestia y un modelo completamente revolucionario, cuesta pensar que Dyson cancelara el proyecto sin más. La razón no es otra que el coste que supone desarrollar un equipo de estas características, algo que llevaría al producto a alcanzar un precio de más de 160.000 euros. Todo eso, sumado a que Dyson no dispone de un catálogo de vehículos de gasolina o diesel que le permitan reinvertir los ingresos, convierten al proyecto en una burbuja imaginaria que sólo hizo que James Dyson gastara más de 500 millones de libras de su propio bolsillo.
La buena noticia es que la marca está dispuesta a compartir sus baterías de estado sólido con otros fabricantes, por lo que puede que veamos un crecimiento en las autonomías de los vehículos si estos modelos llegan a comercializarse.
Jajaja….me da mucha risa que aparescan estos vehículos diciendo que van a destronar a Tesla y no llegan nunca a comercializarse, son puros peos desaparecen en el aire.