Adiós al Pixel Slate, la tablet de Google
A finales de 2018, Google presentó su Pixel Slate. Un tablet que junto a Chrome OS y un teclado que se le podía poner y quitar, buscaba ofrecer una solución alternativa tanto al iPad como al Surface Pro. No era una mala idea, su diseño tenía su atractivo y a nivel de hardware tampoco era un mal producto, pero la experiencia de uso no llegó a convencer.
En numerosos análisis que se hicieron del dispositivo, las valoraciones no fueron nada positivas. No funcionaba correctamente, Chrome OS se sentía insuficiente, faltaban mejores aplicaciones y, junto a los retrasos sufridos, todo parecía indicar que no había sido una gran idea. Aún así, Google lo hizo, apostó por el producto y desafortunadamente le salió mal.
Hey, it’s true…Google’s HARDWARE team will be solely focused on building laptops moving forward, but make no mistake, Android & Chrome OS teams are 100% committed for the long-run on working with our partners on tablets for all segments of the market (consumer, enterprise, edu)
— Rick Osterloh (@rosterloh) June 20, 2019
Rick Osterloh, responsable de la división de hardware dentro de la compañía, ha confirmado ahora que efectivamente dejan de fabricar tabletas. De este modo, los equipos asignados a dichos proyectos se reubican y la compañía centrará esfuerzos en los portátiles con ChromeOS y el PixelBook, que como producto de hardware sí parece ser una apuesta más sólida y de futuro.
No obstante, los usuarios actuales de un Pixel Slate van a seguir recibiendo actualizaciones de software y seguridad, pero si alguno estaba esperando una segunda generación que solventase los problemas de la primera puede ir olvidándolo. Es más, como decíamos, se ha sabido que dos nuevos productos en desarrollo se han cancelado directamente esta misma semana.
Esto último no implica que otros fabricantes dejen de lanzar tabletas basadas en Chrome OS. Tras ganar soporte para este tipo de dispositivos, marcas como HP o Acer sí parece que lanzaran sus propios productos. A ver cómo les salen.
Lo que queda claro es que el negocio del hardware es muy complicado. Google aún no ha dado con la tecla que le permita ganar peso en el mercado. Sus Google Pixel son muy buenos teléfonos, pero tampoco logran ese gran tirón en ventas. Es más, ni los altavoces inteligentes ni resto de productos Google Home/Nest están destacando.
Por el músculo financiero capaz de manejar Google, que no les salga bien no supone un gran problema. Pero de cara al usuario, matar propuestas como Pixel Slate lo único que hace es restar confianza frente a futuras apuestas. Esperemos que ahora, todo ese esfuerzo se pueda centrar mejor en realizar teléfonos y portátiles con diseño tradicional pero basados en Chrome OS que demuestren que pueden ser relevantes en temas de hardware también.
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