La obsesión por un dominio
Este joven es el creador de una cuenta llamada State Snaps, un perfil que se encarga de recopilar vídeos de fiestas, celebraciones de grupos universitarios y todo tipo de clips en los que la razón ha pasado a mejor vida para dar paso a la acción más demencial posible para el ser humano. Sus recopilaciones son casi siempre bastante polémicas y en su mayoría están protagonizada por jóvenes completamente borrachos y en escenas bastante salidas de tono.
Pero dejando a un lado el contenido de las publicaciones, vayamos a lo verdaderamente importante de la noticia. La cuenta de Instagram comenzó a tener popularidad entre los jóvenes, hasta tal punto que muchas de las referencias a la cuenta iban acompañadas del grito de guerra “Do it for State”. A su creador pareció gustarle semejante homenaje, así que decidió crear una página web en la que poder vender merchandising y todo tipo de complementos relacionados con la marca.
Pero nuestro protagonista llegó tarde a la cita, ya que, al parecer, alguien se había adelantado con la compra del dominio. Embriagado de poder, Adams propuso una oferta al actual dueño del dominio “doitforstate.com”, pero lo que no esperaba es que este usuario rechazó su oferta. Durante 2015 y 2017, Adams intentó hacerse con el dominio, recibiendo una y otra vez la negativa de su dueño, que optó por utilizarlo para promocionar un concierto con la ayuda de un amigo. Esta decisión hizo que Adams les intimidara con mensajes de texto con el Emoji de la pistola, hasta que finalmente el influencer perdió la paciencia por completo.
Un primo, una pistola, y un dominio
La solución de Adams no fue otra que intentar conseguir el dominio a la fuerza, y para ellos no pensó en otra cosa que contratar a su primo para que, con la ayuda de una pistola, se presentara en el domicilio del propietario del dominio y le obligara a realizar el traspaso del dominio al nuevo propietario.
Y eso fue justo lo que ocurrió. El primo de Adams se presentó en el domicilio, amenazó con la pistola apuntando en la cabeza de la víctima, ofreció los datos del nuevo propietario junto a las instrucciones y… la víctima le arrebató la pistola y acabó soltándole varios tiros. Sherman Hopkins Jr, que así se llamaba el primo, fue condenado a 20 años de prisión, mientras que Adams se encuentra por ahora bajo custodia a la espera de sentencia, una decisión que podría acarrearle 20 años de prisión, una multa de 250.000 dólares y tres años de libertad supervisada.
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