Aunque por aquí la conducción completamente autónoma aún nos suena un poco a ciencia ficción, en países como Estados Unidos es cada vez más y más frecuente. Tanto en el uso de vehículos personales como, sobre todo, automóviles de compañías que ofrecen sus servicios sin necesitar de conductor. Precisamente estos últimos son los que más están incomodando a la gente de San Francisco últimamente hasta tal punto que muchos están intentando boicotearlos con el simple uso de conos.
Los coches autónomos, una realidad muy presente en California
Ya sabes que San Francisco suele ser una ciudad pionera en muchas cosas y en el tema de la conducción autónoma no iba a ser menos. Ya son muchos los usuarios que han apostado por un automóvil capaz de moverse con este tipo de circulación y también hay numerosas empresas que cuentan con su propia flota para ofrecer diferentes tipos de servicios a sus potenciales usuarios.
Entre ellas se encuentran, por ejemplo, Waymo (propiedad de Google) y Cruise, que comercializan desde hace un tiempo con sus robotaxis, capaces de llevar a la gente de un lado a otro sin que tengan que contratar a ningún taxista. La idea tiene sus cosas buenas y malas (entre las últimas, la sustitución de la intervención humana en favor de las máquinas, lo que seguro que no es del gusto del colectivo de taxistas), pero hasta el momento habían estado operando en la ciudad californiana sin relativos problemas. Hasta ahora, claro.
Muchos ciudadanos se han revelado contra este tipo de automóviles, por diversas causas y están haciendo un llamamiento al resto para que hagan lo mismo, haciendo uso para ello de los típicos conos naranjas de señalización. Sí, como lees: solo les basta eso para hacer frente a los robotaxis.
Un cono: el enemigo número uno del coche autónomo
Un grupo de san franciscanos se han dado cuenta que si usan un cono naranja de señalización y lo ponen encima del capó, el coche se detiene, quedándose «bloqueado». Es la respuesta natural del sistema inteligente del coche, que piensa que está frente a un elemento de señalización ante el que debe detenerse según sus normas de conducción.
Con semejante revelación, aquellos que no son partidarios del uso de estos coches en las calles de San Francisco están animando por redes sociales a que todos hagan lo mismo, mostrando así una repulsa pública ante esta tecnología:
A group of San Franciscans realized that they can disable Waymo and Cruise robotaxis by placing a traffic cone on the vehicle’s hood.
They’re now encouraging others to do it: «Hell no, we do not consent to this.» pic.twitter.com/ZrYhy4OATy
— David Zipper (@DavidZipper) July 6, 2023
Las razones de estas personas son varias, como habrás podido ver en el vídeo. Alegan que estos coches están pensados para calles diseñadas para ellos, sin tener en cuenta a los peatones. De hecho, un robotaxi de Cruise ya atropelló a dos transeúntes a finales del año pasado y uno de Waymo ha llegado a cobrarse la vida de un perro recientemente.
Indican además que por mucho que nos vendan la película, estos coches no son más que un elemento más de negocio para el enriquecimiento de grandes empresas y que lejos que contribuir a un reducir el tráfico y las colisiones, pueden llegar a bloquear ambulancias y autobuses cuando «fallan», así como la circulación fluida de la ciudad.
Además los acusan de contar con cámaras sincronizadas con la policía que graban continuamente a todo el mundo sin su consentimiento.
Tras semejantes razones, ¿tú también te harías con un cono?