Ahora que el mundillo del hardware parece haberse estancado un poco, es el software y la inteligencia artificial lo que está dando pasos agigantados. Estos últimos años, el debate sobre si las máquinas pueden tomar consciencia y sustituirnos ha vuelto a la barra de los bares. Aquí os dejamos unos cuantos ejemplos de tecnologías que empiezan a dar un poco de mal rollo.
Tus seres queridos te hablan desde el más allá (a través de Alexa)
No, no tiene nada que ver con la broma pesada de programar una rutina de Alexa para que parezca que te habla un fantasma.
En la última conferencia anual re:Mars, Rohit Prasad, uno de los altos cargos dentro del proyecto Alexa ha presentado las nuevas funciones que se integrarán a Alexa en los próximos meses. Muchas fueron fantásticas, pero hubo una en concreto que dio un yuyu impresionante. Concretamente, mostraron un ejemplo en el que una abuela le contaba un cuento de buenas noches a su nieto utilizando la tecnología de Alexa. La gracia del asunto es que en el ejemplo, la señora ya no se encontraba entre nosotros.
Esto que parece sacado de un episodio de Black Mirror fue posible tras entrenar a una IA durante horas con la voz de la persona. Y, aunque la idea no deja de ser bonita —a todos nos gusta ver un vídeo de un ser querido que ya no está y que vuelve a estar «vivo» durante unos minutos—, no sabemos cómo podría afectar esto a la salud mental, especialmente a la de los más pequeños.
Spot, el perro de Boston Dynamics
Diseñado originalmente para que ayudara al ser humano —es decir, como cualquier perro normal, que para eso los humanos hicimos siglos de selección artificial—, el perro de Boston Dynamics es otra prueba más de tecnología que se podría ir de las manos.
Originalmente, la compañía lo creó como un pequeño perro guardián para vigilar fábricas y controlar inventarios. A día de hoy ya lo hemos visto pasear por las calles de León, bailando, haciendo controles en aeropuertos e incluso con un set de manos acoplado al robot. En serio, este armatoste jamás te va a dar los cariñitos que te da un bodeguero.
El robot humanoide de Engineered Arts
A finales del año pasado, la compañía Engineered Arts presentó al mundo su nuevo robot humanoide: Ameca. El objetivo de la compañía era sorprendernos, pero lo que consiguieron es que todos miráramos su invento con gran rechazo. Es posible que tomar como inspiración el NS-5 de Yo, Robot no fuera una gran idea.
La IA de Google que cobró consciencia
El ingeniero de software Blake Lemoine decidió la semana pasada saltarse todos los acuerdos de confidencialidad de Google enviando una transcripción de su conversación con la inteligencia artificial LaMDA al Washington Post. Estaba convencido de que la IA con la que estaba trabajando había cobrado consciencia.
Hay muchos expertos en inteligencia artificial que han analizado la conversación. Y podríamos decir que la mayoría ha venido a decirnos que hay que redefinir el concepto de consciencia. ¿Por qué? Pues porque LaMDA no es una inteligencia artificial más, sino un modelo de lenguaje para aplicaciones de diálogo. Al entrenarlo como una IA consciente, nuestro amigo LaMDA defenderá a capa y espada que es humano e incluso que tiene sentimientos. También LaMDA defendería con las uñas y dientes que no tiene que es azafata de vuelo si lo entrenáramos diciéndole que es un asistente de un vuelo transoceánico.
Lo que resulta fascinante en este caso es que la IA fuera capaz de engañar a Lemoine. Hoy por hoy, las IA de su estilo como GPT-3 no tienen consciencia. Eso sí, tienen una verborrea impresionante y son capaces de convencerte de que uno más uno son siete.