Tesla pone a prueba su conducción autónoma en las calles de Madrid sin permisos municipales ni de la DGT

  • Tesla ha realizado pruebas públicas de su sistema de conducción autónoma supervisada en Madrid sin los permisos requeridos.
  • El Ayuntamiento y la DGT han advertido sobre la falta de autorización y han solicitado explicaciones a la compañía.
  • Las pruebas se han llevado a cabo con un Tesla Model 3 de serie, utilizando un software avanzado en fase de desarrollo.
  • Tesla busca la aprobación regulatoria europea para lanzar su sistema FSD en el continente próximamente.

Tesla en Madrid

El reciente paso de Tesla por Madrid no ha pasado desapercibido. Durante la última semana, la compañía estadounidense ha celebrado pruebas de su sistema de conducción autónoma total, con supervisión humana, en el centro de la capital española. Estas demostraciones han generado una notable polémica, ya que los vehículos circularon por vías públicas sin los necesarios permisos expedidos por las autoridades locales y nacionales.

La expectación entre los madrileños fue considerable: un Tesla Model 3 “conduce solo” a través de lugares emblemáticos como la Puerta de Alcalá y la Fuente de Cibeles, mientras el conductor apenas interviene. Sin embargo, más allá del espectáculo tecnológico, la falta de autorización encendió todas las alarmas en el Ayuntamiento y la Dirección General de Tráfico (DGT), quienes recalcaron la importancia de ajustarse a la legislación vigente antes de realizar este tipo de ensayos en la vía pública.

Recorrido y tecnología del Model 3 autónomo

Prueba de Tesla Model 3 en Madrid

El circuito que ha seguido el vehículo ha sido especialmente exigente, transitando por áreas congestionadas y calles reconocidas del centro de Madrid. Se ha documentado cómo el Model 3 de producción, equipado con hardware igual al de los modelos comerciales, ha sorteado semáforos, rotondas, peatones e incluso calles cortadas sin intervención directa humana, demostrando la capacidad de reacción del sistema.

La clave de este avance reside en el software de Full Self-Driving (FSD) Supervisada, que utiliza una arquitectura puramente visual y redes neuronales entrenadas con millones de kilómetros recorridos en situaciones reales, lo que permite al vehículo identificar y reaccionar en tiempo real ante cualquier imprevisto. Según la marca, el algoritmo aprende de los datos acumulados por más de siete millones de vehículos Tesla en todo el mundo, lo que le permite adaptarse rápidamente a nuevos contextos urbanos.

Una característica distintiva del sistema de Tesla es que no emplea sensores Lidar ni radares, a diferencia de otros fabricantes, sino que basa toda su percepción en el procesado de imágenes y la inteligencia artificial. Esta decisión permite simplificar el hardware y reducir costes, aunque algunos expertos han señalado potenciales debilidades en condiciones meteorológicas adversas.

Conflicto regulatorio y posición de las instituciones

Ayuntamiento de Madrid y DGT sobre Tesla

La polémica surgió rápidamente cuando el delegado de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, confirmó que Tesla no contaba con el permiso necesario, el cual debe ser emitido por la DGT con el visto bueno del propio consistorio. Carabante remarcó que cualquier ensayo con tecnología de conducción autónoma en Madrid exige informes y autorizaciones previas, señalando que las pruebas solo pueden realizarse de forma legal en entornos controlados como los previstos en la ordenanza municipal tipo “sandbox”.

La Dirección General de Tráfico se dirigió directamente a Tesla para solicitar explicaciones y recordar que existe una regulación europea que delimita estrictamente cuándo es posible autorizar estos vehículos en circulación ordinaria. De momento, el sistema FSD Supervisada solo cuenta con luz verde en Estados Unidos, Canadá, México y China, y necesita adaptarse a los marcos normativos europeos y nacionales antes de comercializarse en España.

Detalles sobre el sistema FSD Supervisada

Tecnología FSD Supervisada de Tesla en Madrid

La versión de FSD Supervisada probada en Madrid está diseñada para permitir maniobras complejas urbanas y de carretera, incluyendo giros en cruces, entradas y salidas de autopista, respuestas automáticas ante semáforos y señales, así como maniobras de aparcamiento y la función “Summon”, que permite al coche acercarse al usuario de forma autónoma.

Aunque Tesla califica esta tecnología como “Conducción Autónoma Total”, los organismos reguladores europeos la sitúan en un nivel 2 o 2+ según el estándar SAE, ya que sigue siendo necesario que un operador humano supervise el trayecto y esté preparado para intervenir cuando sea necesario.

La compañía subraya que su sistema ha recorrido más de 5.970 millones de kilómetros en modo FSD y que, según datos propios, el riesgo de accidente es hasta diez veces menor para los usuarios que emplean su tecnología Autopilot respecto a la media de conductores convencionales.

La estrategia de Tesla y próximos pasos

Pruebas y futuro de Tesla en Madrid

La firma de Elon Musk está acelerando los ensayos del sistema FSD Supervisada en diversas capitales europeas, como París, Berlín y Roma, además de Madrid, en un claro intento de recopilar datos y pulir la tecnología antes de su lanzamiento comercial en Europa. A nivel local, Tesla sigue negociando con la DGT y el Ayuntamiento para obtener los permisos pertinentes y adecuar sus pruebas a la normativa española, aunque el camino parece traer complicaciones por el desfase entre los avances tecnológicos y el ritmo legislativo.

Los responsables institucionales insisten en garantizar la seguridad de los ciudadanos y exigen la adopción de protocolos específicos, homologaciones técnicas, seguros adecuados y la validación previa de ensayos antes de permitir la circulación de vehículos autónomos fuera de entornos controlados.

Impacto social y comparativa internacional

Circulación de Tesla autónomo en Madrid

La llegada de la tecnología de conducción autónoma a Madrid reabre el debate sobre la adaptación de las ciudades a la movilidad del futuro y la necesidad de actualizar las normas para dar cabida a innovaciones de este calibre. No es la primera vez que se realizan experimentos similares en Europa: fabricantes como Renault ya han puesto a prueba vehículos autónomos en París y Barcelona, aunque siempre tras obtener las autorizaciones pertinentes, lo que recalca el contraste con la estrategia seguida por Tesla en la capital española.

Esta exposición mediática puede contribuir a acelerar el diálogo entre empresas tecnológicas, administraciones y la sociedad para definir un marco regulatorio seguro y transparente para la movilidad autónoma urbana, sin perder de vista los retos en cuanto a ciberseguridad, privacidad y coexistencia con otros modos de transporte.

Tecnología de conducción autónoma Tesla en Madrid

Mientras tanto, el caso de Tesla en Madrid simboliza la complejidad de equilibrar innovación y control legal. Las pruebas han evidenciado que la tecnología está casi lista para uso generalizado, pero la integración legal y social requiere aún importantes ajustes y consensos con las autoridades locales y nacionales.

Tesla entrega coche autónomo-1
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