La balanza podría inclinarse a favor de la próxima Xbox en bruto rendimiento, pero a costa de un precio más elevado que su rival directa. Según el canal tecnológico Moore’s Law is Dead (MLID), la apuesta de Microsoft iría hacia una máquina más capaz y con un diseño cercano al PC, lo que incrementaría su coste de fabricación y, previsiblemente, el PVP.
El corazón del sistema sería una APU de AMD bautizada como Magnus, un chip que integraría CPU y GPU en una sola pieza para empujar el rendimiento. Las estimaciones de la fuente hablan de una ventaja de hasta un 20–30% en escenarios exigentes frente a PlayStation 6, algo que se apreciaría más en monitores rápidos (p. ej., 4K a 144 Hz) que en televisores convencionales, y con una horquilla de precio situada entre 800 y 1200 dólares según configuración y memoria.
Qué sostiene la nueva filtración
El youtuber MLID, conocido por anticipar la existencia de PS5 Pro, sostiene que el diseño de la próxima Xbox maximizará el rendimiento con un enfoque pragmático. Según su información, la APU AMD Magnus sería la más grande utilizada en una consola hasta la fecha.
Los datos que se han compartido apuntan a una matriz de aprox. 408 mm², un 46% mayor que el troquel que se atribuye a PS6 (en torno a 280 mm²). Este salto de tamaño se justificaría por más unidades de cómputo gráfico, cache adicional y, potencialmente, un empaquetado con puentes/bridge para chiplets y mayor cantidad de RAM, lo que también encarecería la producción.
De manera no oficial se habla de 70 CU RDNA 5, 24 MB de caché L2 y núcleos híbridos Zen 6, cifras que encajarían con un perfil de rendimiento superior. Eso sí, son especificaciones no confirmadas y sujetas a cambios.
- APU Magnus de gran superficie (hasta 408 mm²) y diseño orientado a altas frecuencias.
- Posible configuración con 70 CU RDNA 5 y núcleos Zen 6 de nueva generación.
- Memoria objetivo de hasta 48 GB GDDR7 con bus de 192 bits compartido entre CPU y GPU.
- Ventaja de rendimiento frente a PS6 más visible en monitores de alta tasa de refresco.
Una consola con alma de PC
La estrategia de Microsoft pasaría por difuminar la frontera entre consola y ordenador. La próxima Xbox podría ejecutar una versión optimizada de Windows 11 y acceder no solo a Xbox Store, sino también a tiendas de PC como Steam o Epic Games Store, ampliando de forma notable el catálogo disponible.
Ese planteamiento explicaría un diseño industrial más cercano al de un PC compacto y una orientación al juego de escritorio. Sobre el papel, se contemplan casos donde un mismo título alcanzaría 4K a 144 FPS en la nueva Xbox frente a 4K a 120 FPS en PS6, una diferencia sutil en televisores pero apreciable en monitores de alto refresco.
En el frente del mercado, MLID estima que el posicionamiento buscaría competir con PCs «gaming» premontados, prometiendo rendimiento cercano a tarjetas como RTX 5080/5090 por un coste total inferior al de un ordenador equivalente. Esta lectura, en cualquier caso, depende de cómo aterricen los precios reales y de la configuración final.
Precio estimado y ventana de lanzamiento
El rango de salida que se maneja se sitúa entre 800 y 1200 dólares. La cifra vendría condicionada por el tamaño del chip, el empaquetado, el subsistema de memoria y el objetivo de rendimiento, lo que haría que no compita directamente en precio con PS6, pero resulte atractiva frente a PCs de prestaciones similares.
En cuanto a disponibilidad, las fuentes coinciden en una hoja de ruta que apunta a 2027 para su lanzamiento comercial, con una posible presentación en 2026 si el plan no sufre retrasos. Otras voces del sector han señalado que PS6 y la próxima Xbox llegarían en una ventana similar, aunque sin confirmación oficial por ninguna de las partes.
Por ahora, Microsoft no ha dado detalles públicos sobre especificaciones o precio. Todo lo descrito procede de filtraciones y estimaciones, por lo que conviene tomarlas con cautela hasta que la compañía comparta información definitiva.
Si se materializa este enfoque, estaríamos ante una máquina orientada a quienes priorizan potencia, ecosistema abierto y versatilidad, asumiendo un desembolso mayor que el habitual en consolas tradicionales, con la promesa de una experiencia que se acerca mucho a la del PC sin renunciar a la comodidad del salón.
