Si mueres en Matrix, mueres en el mundo real. Es una de las primeras lecciones que Morfeo da al bueno de Neo. En el caso del metaverso, todo parece que va por el mismo camino. Privarte de tu visión, tacto y oído con un casco de realidad virtual puede ser divertido durante un rato, pero puede acabar en tragedia si no tenemos cuidado o tenemos a alguien cerca que os eche un vistazo. Los accidentes con equipos de realidad virtual son cada vez más frecuentes, pero las fracturas se pagan en el mundo real.
Los headset VR rompen récords… y también piernas
Estas pasadas navidades, los headset VR de marcas como Oculus han volado de las tiendas. En 2021, estos productos tuvieron un aumento de la demanda de más del 70% respecto al año anterior, según la agencia International Data Corp. Se estima que, durante todo el pasado año, se vendieron casi 8 millones de cascos de realidad virtual en todo el mundo. No es de extrañar con la situación que vivimos actualmente. Con limitaciones de movilidad, distancia social y confinamientos domiciliarios, parece tentador eso de colocarte unas gafas y vivir unas cuantas experiencias algo más divertidas.
Sin embargo, hay casos que salen mal. Al pobre Toby Robicelli, de 14 años, no le duró mucho la ilusión del día de Navidad. Seis horas después de recibir su regalo, el chico iba camino Urgencias. Al parecer, perdió el equilibrio mientras jugaba a Superhot VR, —un shooter, no penséis mal—, cayó al suelo y se rompió la rótula. Su madre también acabó en la sala de rayos X, pues al ver la pierna de su hijo, se desmayó y también se hizo daño al desplomarse. Vamos, que comenzaron el día con un headset y acabaron el mismo con un set de muletas.
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Este es solo un caso de la enorme lista de lisiados víctimas de la realidad virtual. Los hombros dislocados, las piernas rotas y los televisores destrozados son más frecuentes de lo que parece. Hay casos de cortes mientras se practica el boxeo virtual o incluso fuego amigo en el salón, golpeando a hijos, parejas y mascotas sin querer mientras se practica el tenis. Esto ya ocurrió en su momento con la Nintendo Wii, pero la realidad virtual suma más puntos de peligrosidad al privar al usuario de sus sentidos.
Por supuesto, algunos responsables de Sony y Meta han hecho algunas declaraciones públicas para prevenir que sus clientes se hagan daño mientras disfrutan de la realidad virtual. Según estos portavoces, es imprescindible despejar los alrededores antes de comenzar a jugar a la realidad virtual. Del mismo modo, recomiendan a los compradores de estos productos que se estudien bien el manual de seguridad de los dispositivos. También los médicos se han pronunciado al respecto. Jay Kim, profesor de Salud Ambiental de la Universidad Estatal de Oregón recomienda tomar descansos frecuentes, interrumpiendo el juego para evitar el temido síndrome del brazo de gorila, que es un dolor muscular muy intenso producido cuando pasamos mucho tiempo con los brazos levantados, similar al síndrome del túnel carpiano.