Más terror en el espacio profundo
Y en eso estamos, incentivándonos con todo lo que estamos viendo alrededor de este remake que EA Motive está terminando y que, si nada se tuerce, tendremos disponible para PS5, Xbox Series X|S y PC en enero de 2023. Concretamente el día 23. Así que técnicamente ya no queda nada aunque se van conociendo algunos detalles que encantarán a los más amantes de la parte gore de la franquicia.
Hay que recordar que la historia de Dead Space nos lleva hasta un incidente en el espacio protagonizado por Isaac Clarke en pleno siglo XVI, que no tendrá más remedio que atracar en los muelles de la explotación minera USG Ishimura que no da señales de vida. Así que toca meternos en la boca del lobo para entender qué le ha ocurrido a la tripulación y, si está en nuestra mano, devolver las cosas a la normalidad.
Ni qué decir tiene que por el camino nos encontraremos con una serie de bestias y seres deformes que, originalmente, conocíamos como necromorfos. Criaturas deformadas, con brazos y piernas de distintos tamaños, cabezas embrutecidas y vísceras sanguinolentas apareciendo por abdomen, espalda y prácticamente cualquier poro de sus cuerpos. Así que hay que eliminarlos a todos como sea.
Más detalle, más salvaje
Una de las innovaciones que trajo el primer Dead Space de 2008 es que a los enemigos no se les disparaba y ya está. Era posible hacerlo apuntando a las piernas o los brazos para seccionárselos y tirarles al suelo, lo que les llevaba a moverse más lentamente y convertirse en un blanco más fácil. Ahora, con la tecnología evolucionando a cada instante, esos combates serán todavía más realistas y, por tanto, menos compatibles con el aguante de un estómago gamer medio.
Un desarrollador del propio estudio ha reconocido que esas bestias ahora tienen más detalle, que sus extremidades y cuerpos no son un bloque de polígonos y ya está sino que tienen debajo de la piel músculos y huesos que forman parte del todo y que reaccionan independientemente con cada impacto de una bala o cualquier otro proyectil que escupan nuestras armas.
Eso llevará la acción a un nivel todavía mayor, con animaciones superrealistas de huesos, músculos y trozos de carne saltando por los aires o desgarrándose de una forma nunca vista antes en la franquicia. Eso, como os podéis imaginar, transforma la experiencia de Dead Space en mucho más gore y no apta para muchos de los jugadores que ya disfrutaron con el título original de 2008 donde, salvando las distancias, el horror y la hemoglobina no les impresionaba tanto por las limitaciones de los motores gráficos y el hardware tanto de consolas como de PC.
¿Y tú, andas ansioso por jugar con Dead Space?
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