El mundo de las consolas retro tiene una variante centrada en las modificaciones que resulta realmente interesante. Y es que a las viejas Game Boy, Game Boy Advance o Game Gear, se les puede realizar una modificación con la que instalar una pantalla más moderna con mejor resolución y mejor calidad de imagen. Pero, ¿y si no tuviste una Game Boy? ¿Qué tal si montas una desde cero?
Una Game Boy FPGA
Las placas FPGA buscan ofrecer el siguiente nivel de la emulación, que no es otro que la simulación. Con ayuda de un hardware idéntico al original de la consola, el diseñador de la placa logra obtener una copia exacta de un dispositivo, por lo que no es necesario hacer uso de un software que traduzca las instrucciones del juego para que se ejecuten en el hardware.
De esta manera, se consigue una reproducción de los contenidos completamente nativa, que mejora la experiencia de los emuladores y que en cierta manera consigue dar ese feeling respetuoso a viejas plataformas, ya que su uso busca normalmente ofrecer compatibilidad con los cartuchos de antaño. Y eso es lo que ocurre con el kit FPGBC de Funny Playing.
La Game Boy Color que se monta pieza por pieza
El kit creado por Funny Playing está compuesto por una placa base FPGA que simula el hardware que Game Boy Color, una pantalla IPS de 3 pulgadas, una batería de lítio de 1.800 mAh y un pequeño altavoz. Estos componentes serán suficiente para que el dispositivo funcione, pero necesitarás una carcasa similar a la de Game Boy Color con hueco para un puerto USB-C, los botones y sus correspondientes membranas.
Estos últimos componentes te permitirán dar un toque de personalización bastante exclusivo a tu consola, por lo que las opciones y combinaciones con bastantes.
Montar los componentes es bastante sencillo, ya que la placa tiene el hueco exacto para su colocación, y los tornillos incluidos se encarga de fijarla a la carcasa. Lo primero que hay que colocar son los botones y las membranas en la carcasa frontal, sobre ellos la placa base, y por último el altavoz, que va conectado a un conector en la placa base.
Debes de tener en cuenta que para su montaje se requiere un destornillador Triwing, similar a los que se necesitan para reparar máquinas de Nintendo.
El momento más sensible es el de colocar la pantalla, ya que en la zona inferior de la pantalla existe una banda de cobre que no debe de tocar los pines de la placa base, o de lo contrario podríamos fastidiar el set.
Resultado espectacular
Con todo montado, sólo nos queda insertar un cartucho original de Game Boy o Game Boy Color para comenzar a jugar. La consola incluye un firmware que activa un menú de configuración con un botón lateral, donde podremos elegir el Core a ejecutar (Game Boy o Game Boy Color), e incluso aplicar diferentes paletas de colores para obtener estilos diferentes al jugar con juegos de Game Boy.
Dónde se compra
El precio total del kit con los accesorios necesarios para completar la consola al completo suman un total de unos 85 dólares, lo que vienen a ser unos 80 euros. Teniendo en cuenta el alto precio de los modelos originales de Game Boy Color, y que con este modelo estás ya colocando una pantalla IPS y una batería de litio, el precio es genial. Con esta consola vas a poder revivir tus viejos cartuchos y jugarlos mejor que nunca, así que se trata de una opción muy a tener en cuenta para aquellos que disfrutaron del sistema o para aquellos otros que todavía no han tenido la oportunidad de jugar con una.
Fuente: Funny Playing