Esta noticia podría traer bastante controversia ya que alimentaría una de los debates más acalorados de los últimos años tras la aparición de las figuras de los youtubers y los creadores de contenido. Y es que, ¿hasta qué punto tienen permiso los creadores de contenido de subir vídeos de los juegos? Parece que en Japón alguien ha pagado las consecuencias por primera vez.
Detenido por subir vídeos a YouTube
Un youtuber de 52 años ha sido detenido en Japón por subir vídeos del videojuego de tipo novela narrativa “Steins;gate: My Darling’s Embrance”. Al parecer, los tres vídeos implicados en la denuncia mostraban el final del juego, y estos vídeos generaron ingresos pasivamente después de su publicación, algo que en Kadokawa Anime no sentó nada bien.
Además, el creador de los vídeos también subió un par de clips a modo de resumen con subtítulos y comentarios a modo de narración para poder consumir rápidamente, y donde también desvelaba el final del juego y otros detalles de la historia.
¿Dónde está el problema?
Puede que todo esto suene a que está prohibido subir vídeos de gameplays de juegos, pero en realidad todo es más complejo en el caso de “Steins;gate: My Darling’s Embrance”, ya que el juego se considera más una película interactiva que un videojuego. De ahí que publicar todas las escenas cinematográficas se entienda más bien como piratear una película que publicar un gameplay de un juego.
Puede que la razón de la denuncia y el arresto esté más próximo a esa razón que al hecho de subir un simple gameplay de un juego, sin embargo, no cabe duda que volverá a abrir un complejísimo debate en todo a los derechos y a la libertad de subir contenidos a YouTube.
El lío de los derechos
¿Puede un Youtuber subir una partida completa de un juego a la plataforma sin permiso del creador del juego? ¿Puede desvelar todos los secretos? ¿Hasta qué punto habría que pedirle permiso a los creadores de los juegos para monetizar un vídeo en base a un contenido con copyright?
El tema es bastante peliagudo, y aunque de primeras cuesta bastante verlo, hay determinados conceptos que dan que pensar. Y es que, si has comprado un juego pagando religiosamente por su precio oficial, ¿por qué no vas a poder grabarte jugándolo en tu canal de YouTube? Esto en principio tiene un razonamiento básico y bastante simplista, pero en el momento que el dinero aparece en escena todo cambia por completo.
Muchos creadores de contenidos están haciendo grandes cantidades de dinero al retransmitir sus partidas, y esto no está bien visto por algunos. Y puede que por otro lado tenga sentido. Los ya desaparecidos videoclubs pagaban licencias de videoclubs para poder rentabilizar el alquiler de las películas, y puede que ese prisma encaje en la situación que comentamos.
Por otro lado, la pastelería que paga por los sacos de harina, crea libremente pasteles y tartas bajo su criterio y rentabiliza su negocio según le parece, sin embargo, no entra variables tan complejas como la de los contenidos multimedia, con tantas licencias y derechos de copyright.
Y es que con el poder mediático que tienen tantísimos youtubers, la publicación de un gameplay de un juego desconocido puede suponer el éxito o el fracaso según la opinión que se realice en el vídeo, y eso es algo a lo que muchos desarrolladores no están dispuestos a pasar. Pero, ¿se puede limitar la libertad de expresión?
Ya veremos si este primer caso de arresto sienta un precedente ante este tipo de contenidos.
Fuente: Automata
Vía: Games Industry